De Detroit a Ferrol

El 4 de septiembre del año 476, día de la destitución de Rómulo Augusto como emperador, nadie se enteró de que ese día había caído el Imperio Romano y comenzaba la Edad Media, que duraría mil años. Así que digamos que resulta posible que ahora mismo haya comenzado una nueva etapa en Vigo y nadie lo sepa. Aunque lógicamente, habría consecuencias.

De Vigo se pueden contar varios momentos que escribieron su historia a partir de su verdadera refundación a principios del siglo XIX como ciudad Leal y Valerosa, dejando definitivamente atrás la villa medieval, para dar inicio a la expansión que multiplicó su población por cien en tiempo récord. El siglo XIX fue de vértigo, con la apertura del lazareto de San Simón como hito que marcaría la extensión de Vigo: se construyeron muelles adecuados, de hierro y piedra, y se desarrolló la salazón y la conserva, llegaron los astilleros y la industria. El siglo finalizó con la unión con Bouzas. El XX comenzó realmente con la forzosa unión con Lavadores y la llegada en los cincuenta de la empresa Citroën, otro acontecimiento local, como también la pesca industrial que colocaría al puerto como primero de Europa.

Desde entonces, y de eso ya hace casi 70 años, Vigo es una ciudad industrial y marítima, pero nada es seguro. ¿Podríamos estar en otro momento histórico y no habernos enterado? La automoción, uno de los dos pilares, vive momentos delicados y desde la dirección de la planta viguesa, y también en la Xunta, se ha alertado sobre que la deslocalización no es imposible. De momento, el grupo ha comenzado a invertir en planes en otras factorías, en Marruecos, Argelia, Madrid, mientras el Gobierno mantiene su negativa a la Muy Alta Tensión que reclama la empresa para garantizar su futuro inmediato. Decisiones equivocadas en momentos precisos llevaron al desastre a otras ciudades. Bien cerca tenemos a Ferrol, el municipio que más población ha perdido en España por su crisis naval sin fin. Mucho más lejos a Detroit: la que fue poderosa capital mundial del automóvil entró en declive, se quedó sin la mitad de los habitantes y acabó declarándose en quiebra.