Entre cenizas y tratados

Cada 23 de junio, el país se entrega al fuego ritual de San Juan: quemar lo viejo, celebrar el cambio y lanzar al aire las sombras personales; pero este año, bajo las mismas llamas que arden en la arena, laten también las de una alianza militar que exige músculo y estrategia.

Entre deseos quemados y misiles desplegados las llamas de San Juan bailan con los apuntes del curso que se acaba; mientras, otros papeles se consumen en silencio. El verano aumenta la temperatura y unos sudan más que otros. El fuego deja quemaduras que duelen, otras pesan, y no acaba de deshacerse lo inservible como deseo, como promesa o como renuncia. Hay lumbres que también arden como estrategia de maniobras militares y de alianzas. Mientras España lanza sus miedos al fuego popular, reafirma compromisos con la OTAN en un tablero cada vez más inflamable, donde asumimos lo que nos dice Trump por mucho que la versión de Pedro Sánchez se extienda por su ejército de acólitos. Otras brasas apuntan maniobras conjuntas, compromisos armamentísticos y una presencia reforzada en el flanco sur. Los representantes diplomáticos negocian obligaciones compartidas, en un juego de alianzas donde el calor no abriga, sino que alerta de las tensiones que hierven más allá del Mediterráneo.

En La Haya, España negocia su papel en una OTAN que exige más fuerza. La cumbre marca la presión presupuestaria de Estados Unidos y la amenaza latente de Rusia, y pone a España en el foco por quererse librar del objetivo del 5% del PIB en gasto militar y que deberá alcanzar el 3,5% para cumplir con sus compromisos estratégicos. El presidente Sánchez sabe ser protagonista por patalear para tapar otras cuestiones que le afectan en su España de tribunales y corruptos amigos con indicios de criminalidad y a los que ya ha sido retirado el pasaporte y tienen obligación de comparecer cada quince días ante el juez. Ábalos y Cerdán pactan con la fiscalía mientras aparece la imputación a Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes por la contratación de la asesora de la mujer del presidente. Las vías de agua y los ataques cruzados miran a José Luis Rodríguez Zapatero por las revelaciones del comisionista Víctor de Aldama. En lo que queda por ver de este profundo pozo de mafia organizada se especula con que Zapatero podría aparecer en audios recogidos en informes realizados por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, aunque aún no hay ninguna prueba que lo confirme. El verano nos va a traer nueva remesa de informes que confirmarán o desmentirán lo que se rumorea bajo el sudor del momento. Sánchez necesita taparse con la sábana de la OTAN.

Desde la izquierda se dice que la verdadera seguridad no se mide en misiles; mientras, el tablero internacional es cada vez más contagioso y el despliegue español en misiones de la OTAN sigue creciendo: tropas en Letonia, sistemas antimisiles en Turquía, y capacidades contra drones en revisión.

Y al final, cuando solo quedan brasas en la arena y humo en el pelo, la pregunta persiste: ¿qué estamos quemando realmente? ¿Papeles con deseos o el espejismo que se diluye entre tratados y compromisos? La noche de San Juan deja catarsis simbólica, pero las llamas no se apagan con cantos ni deseos. Tal vez, en el cruce entre lo íntimo y lo internacional, España deba preguntarse si el fuego que libera también puede cegar. Porque no todos los pactos se firman con tinta, y no todas las hogueras iluminan el camino.