Francisco Muro de Iscar
¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
Tiremos de retórica. Mientras Mr PS se hizo con la presidencia catalana a base de eliminar deudas y darle un cupo propio a la Generalitat, que pagamos el resto, y Marisu hizo lo propio con la alcaldía de Jaén con el mismo fin, el Gobierno parece incapaz de asumir la anulación del peaje de la autopista, declarado contrario a las normas europeas de competencia. Incluso puede echarle la culpa al Partido Popular, que después de todo fue con Aznar cuando se dio la segunda prórroga, la que ahora está vigente (la anterior, bajo la presidencia de Felipe González, tampoco era conforme a las normas comunitarias). Pero ni así. No hay dinero para negociar la indemnización con Audasa, que seguirá cobrando cada año más caro el peaje hasta 2048. Hasta al alcalde de Vigo le parece un abuso. Pero el Gobierno ni lo intenta porque Galicia carece de interés político. Por eso precisamente el AVE a Portugal ha quedado relegado y otras obras se encuentran en el purgatorio de los estudios e informes. Las encuestas, salvo el cocinero Tezanos, coinciden en que en Galicia el PP sigue fuerte, el BNG crece y el PSdeG mantiene su trayectoria descendente. Salvo en Vigo, donde navega con viento en popa en generales y a motor en las municipales y se hunde en las autonómicas incluso con el alcalde al frente del cartel electoral. Da para escribir un libro.
Lo avisa Diego Maraña, de En Colectivo, protagonista del duelo contra Audasa, que o va este año la anulación de la concesión o a seguir pagando el peaje a los fondos de inversión de Holanda y Suiza hasta 2048. Un gran negocio... para los fondos. Puede haber autopistas con peaje, pero no autopistas cuya prórroga de la concesión sea ilegal. Que no es lo mismo. Pero, ojo, ya advertí que iba a tirar de retórica.
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