El 40x20 es el lienzo de Cecilia Cacheda

Es tan etéreo el concepto de arte que cuesta encontrar una definición precisa. En todo caso, el diccionario explica que “plasma lo imaginado mediante recursos plásticos”. Imaginación y plasticidad le sobran a Cecilia Cacheda, que ayer pintó un cuadro en el derbi navideño de A Sangriña. La lalinense fue impresionista por momentos, con chispazos ágiles de luz casi imperceptibles, que juntos formaban un todo. Acciones difíciles de vislumbrar en la ficción, convertidas en realidad por ella sobre el lienzo del 40x20 de A Guarda. Pero no se quedó ahí. La central del Guardés, inspirada ante el Porriño, en el que se formó, tocó diversos estilos. Multifactorial. Renacentismo en la dirección de juego, barroco en las fintas con giro, tenebrismo para provocar penaltis en las rendijas de la defensa y cubismo para deformarla con su magia. Un viaje de 60 minutos coronado con art decó en forma de asistencias inverosímiles.

Fue una ‘performance’ de museo en una pista de balonmano. Una alegría para los ojos del que mira. La emoción de la belleza. Si el derbi es patrimonio del balonmano gallego -y probablemente también del español- es porque hay artistas que dibujan ese patrimonio. Cacheda, una de ellas, se tomó en serio lo de la magia de la Navidad y pintó una obra de arte en el lienzo del 40x20 de A Sangriña.