Vilagarcía se inunda de agua y felicidad

Más de 30.000 personas asistieron a la Festa da Auga de San Roque, en la que se dispararon miles de litros desde cubos, mangueras, pistolas y sulfatadoras en una celebración única que refrescó el ambiente y los ánimos

Un grupo de jóvenes se empapa con los chorros de las pistolas y mangueras.
Un grupo de jóvenes se empapa con los chorros de las pistolas y mangueras. | EP

¡Agua, queremos agua! Ese fue el grito mayoritario de la multitud que inundó ayer, cual marea alta, las calles del centro de Vilagarcía de Arousa con su tradicional Festa da Auga en honor a San Roque (y a refrescarse).

La celebración, de Interés Turístico Nacional, logró reunir a más de 30.000 personas, según primeras estimaciones del Concello, y comenzó con la procesión con la imagen del santo desde la iglesia parroquial hasta la capilla de San Roque poco antes del mediodía, situada en la rúa Ramón Cabanillas, al son del pasodoble “Triunfo” interpretado por la Banda de Música de Vilagarcía.

Una vez que San Roque se instaló en su morada, Xisco Feijóo leyó el pregón, tras el cual, comenzaron los disparos y ya nadie situado en la ‘zona húmeda’ se libró, pues bajo cánticos de “Agua que no has de beber, déjala correr” empezó a llover por todas las esquinas.

Comienzo de la Festa da Auga con una multitud abarrotando la plaza de Ramón Cabanillas.
Comienzo de la Festa da Auga con una multitud abarrotando la plaza de Ramón Cabanillas. | EP

Mayores, niños, adolescentes y jóvenes se metieron de lleno en esta guerra arousana con una única arma líquida. Personas procedentes de todas partes de Galicia y de España se mojaron, porque como afirmaron Lorena y Mario, venidos desde Coruña con sus pequeños: “vinimos a refrescarnos”.

Otro grupo de amigos formado por arousanos y vigueses llegó a la zona cero bien preparado con chuvasqueros y algún gorro de ducha. Vienen todos los años desde hace una década y lo viven “como niños”, afirman.

Entre el público de la plaza, el grupo ‘Os Xocas’ contribuyó a la fiesta lanzando 12.000 globos de agua. Los trajeron preparados en un carro en el que advertían que “estaban todos mollados e os que se acheguen tamén o estarán”.

La peña Os Xocas lanzando miles de litros en cubos y globos.
La peña Os Xocas lanzando miles de litros en cubos y globos. | EP

Desde los balcones, los vecinos no cesaron de lanzar cubos hasta convertir toda el área en un auténtico río de cascadas en un día que, casualmente, no amaneció como el más caluroso de la semana en Arousa.

Pero como en toda celebración que se precie, no siempre llueve a gusto de todos, y algún turista de Reino Unido se mostró sorprendido y “un poco agobiado” por la multitud o, tal vez, por la increíble juerga del Salnés. Y para sentido del humor, el que mostraron unas vecinas de Vilagarcía acudiendo a la fiesta en representación de las burbujas Freixenet. “Somos as do anuncio deste ano”, explicaron a Atlantico. Así que habrá que verlas en diciembre.

La Festa da Auga se prolongó hasta la tarde con camiones cisterna como colofón.

El origen de esta particular celebración se fecha en 1984 y surgió de manera espontánea. Aquel verano resultó muy caluroso, por lo que durante el traslado de San Roque, sus portadores terminaron exhaustos y empezaron a pedir agua a sus vecinos que veían la comitiva desde los balcones.

Lo que comenzó como una broma, provocó que una de las personas tirase un vaso de agua desde uno de los pisos y, así, fue como poco a poco, medio litro, año tras año, logró más cubos y mangueras logrando convertir la fiesta en el evento único de la actualidad. La Festa da Auga sigue, eso sí, fiel a su origen y durante la procesión se lanza confeti y no agua, ya que está prohibido bajo multa hasta el final de la comitiva. Y se cumple religiosamente. De hecho, la de ayer, fue una de las más largas procesiones que se recuerda en la historia de Vilagarcía.

Las burbujas Freixenet se trasladaron a Vilagarcía.
Las burbujas Freixenet se trasladaron a Vilagarcía. | Iria Lorenzo

17 incidencias

Desde el gobierno local aseguran que durante la jornada en la que se prolongó la Festa da Auga, hubo 17 personas que precisaron atención médica en el hospital de campaña, lo que supone solo un 0,1% de incidencias.

Esta es una “buena cifra de civismo, que se mantiene a la baja” para el regidor, Alberto Varela, teniendo en cuenta la afluencia masiva. La gran mayoría de intervenciones se debieron a pequeños cortes, contusiones y alguna intoxicación etílica.

La ambulancia básica realizó dos traslados al hospital del Salnés y no se precisó la intervención de la medicalizada. En la plaza de Carús hubo un atropello sin mayores consecuencias y una persona fue detenida por intentar agredir al personal del hospital de campaña, según el Concello.

Con todo, el gobierno local valora positivamente estos datos, si se tiene en cuenta la asistencia de más de 30.000 personas, y pone en valor el hecho de una mayor participación de familias de todas las edades y amigos, como el espíritu de una fiesta que se quiere conservar y recuperar. Para que toda la diversión sea con chorros de agua.

El traslado de San Roque transcurrió con una masiva comitiva
El traslado de San Roque transcurrió con una masiva comitiva | EP

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