Los vertidos de fecales abocan a la ría de Aldán a ser Zona clase B

La directora de Intecmar avisó este viernes a la Cofradía de la decisión dados los malos resultados de las analíticas

Una batea de la ría de Aldán.
Una batea de la ría de Aldán.

La ría de Aldán podría pasar a estar considerada desde la próxima semana zona de clase B como consecuencia de los altos índices de contaminación del agua provocados por los vertidos de fecales al mar a lo largo de todos estos meses y, especialmente, en temporadas de lluvia.

La directora del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), Covadonga Salgado, puso en conocimiento este viernes al patrón mayor de la Cofradía de Aldán, Juan Manuel Gregorio, este hecho “porque dos resultados dieron mal” aunque todavía no se ha hecho oficial al ser fin de semana . Entienden se hará público en los próximos días. Este cambio de Zona A a Zona B supone que el marisco que se recolecta en esta ría únicamente puede comercializarse para el consumo humano tras su tratamiento en un centro de depuración o reinstalación y nunca de forma directa como se hacía hasta ahora. “Perdemos el sello de calidad que teníamos”, precisa el patrón mayor.

De hacerse efectivo este cambio, según explica Gregorio, supondrá un “desprestigio” para todo el marisco de la ría de Aldán y se verán perjudicadas directamente en torno a 150 familias, además de las que lo harán indirectamente.

Desde la Cofradía no van a tomar medidas hasta que esta comunicación sea oficial pero el máximo responsable ya ha puesto la situación en conocimiento de la alcaldesa de Cangas, Araceli Gestido. Además, hoy está prevista una reunión dentro del sector para analizar las causas y las consecuencias y, si lo ven conveniente, poder “ser más contundentes en las declaraciones y hacer lo que tengamos que hacer”. “Las infraestructuras no dan, no hay separativa de pluviales y fecales”, afirma Gregorio.

Bandera negra en junio

El grave problema de saneamiento que padece la Ría de Aldán, por el mal funcionamiento de los bombeos que provoca frecuentes vertidos al mar desde hace 25 años con graves consecuencias ambientales y económicas en relación con el marisqueo a flote de almeja y berberecho, interrumpido en numerosas ocasiones por los vertidos, hicieron merecedor en junio al Concello de Cangas y a la UTE Gestión Cangas de la Bandera Negra del colectivo Ecologistas en Acción. Las fecales salen al río Orxas, que desemboca en la Ría de Aldán, casi a diario, causando contaminación, malos olores y tiñendo de negro las arenas de las playas de San Cibrán y Vilariño, ya que los residuos se filtran en la arena y acaban por contaminar también las playas.

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