La senda de Broullón, a un paso de salir a exposición pública
La ejecución del proyecto se ha demorado más de lo previsto por la complejidad del terreno, pero desde la Xunta informan de que ya se encuentra en fase de supervisión
Dotar de medidas de seguridad a los vecinos y peatones del barrio de Broullón, en Moaña, es una necesidad casi histórica de los residentes e, indirectamente, de todo el municipio. Tanto es así que ha sido un reiterado reclamo de la corporación municipal, sin distinción de colores políticos. Pues bien, el próximo año podría ser una realidad. El proyecto de trazado fue entregado a la Consellería de Vivenda e Planificación de Infraestruturas el pasado mes de noviembre y en este momento se encuentra en fase de supervisión, paso previo a que salga a exposición pública para que todos los ciudadanos, y especialmente los vecinos, puedan conocer de primera mano las medidas que la Xunta quiere implantar en tres fases en la PO-313, la carretera que une Moaña con Marín, en el tramo que comprende desde el Miradoiro do Bosque y la Porta do Cego. Informan desde el departamento que dirige la pontevedresa María Martínez Allegue que ya está remitido el informe de correcciones y el informe ambiental.
Una vez se haga público, la administración autonómica se pondrá en contacto con los vecinos del entorno para poder iniciar la tramitación que requieren las expropiaciones que tengan que llevarse a cabo para ejecutarla.
Un año de ejecución
Esta senda Paradela-Broullón se enmarca en la segunda fase del Plan de Sendas de Galicia y abarcará más de 2,8 km a lo largo de la PO-313. La previsión de inversión es de 2,6 millones de euros y se estima que pueda estar ejecutada en un plazo de 12 meses, por lo que su finalización llegaría al acabar el próximo año o durante el primer trimestre de 2028.
Aunque en noviembre de 2024 la previsión era que este proyecto de senda peatonal saliera a exposición pública antes de marzo de 2025, finalmente se ha retrasado como consecuencia de la dificultad técnica que presenta la zona. Desde la Xunta argumentan que la elaboración del proyecto no ha sido un trabajo fácil teniendo en cuante que “se trata de una actuación compleja, dadas las características topográficas de estos tramos de la carretera, y con viviendas en ambas márgenes”.
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