El piso de Petronila arde tres días seguidos: “Estoy en shock”

El primer incendio se originó la noche del 1 de diciembre, en la madrugada del viernes llegó el segundo y el tercero ayer a mediodía. “He perdido todo”, lamenta todavía asustada

Petronila Mariño, ayer, en las escaleras de acceso a su piso calcinado.
Petronila Mariño, ayer, en las escaleras de acceso a su piso calcinado. | S.R.

"Sigo estando en shock", reconocía ayer Petronila Mariño a las puertas del edificio en el que lleva viviendo doce años a la altura número 10 de la Avenida de Vigo de Cangas. Por recomendación médica y también familiar, tiene prohibido subir las escaleras que separan la calle del entresuelo en el que se encuentra su piso, el mismo que tuvo que abandonar a toda prisa a las 22:30 horas del pasado uno de diciembre cuando sin saber cómo su cama comenzó a arder y tras ella el resto de su habitación. Una estufa que había puesto poco antes podría haber sido el detonante. Parte del edificio fue desalojado y otros confinados en sus domicilios y Petronila terminó en el hospital por inhalación de humo. Hasta ahí, dentro del susto y del drama, podría encajarse dentro de un incidente común provocado por la llegada del frío y la utilización de calefactores para combatir las bajas temperaturas.

Sin embargo, cuando esta vecina de 60 años trataba de asimilar lo que le había ocurrido ya en casa de una de sus hermanas y la propiedad del piso ponía en marcha todos los mecanisnos necesarios para arreglar los destrozos causados por el fuego, volvía a ocurrir. La madrugada del jueves al viernes sonaba el teléfono alertándole de que de su casa estaba saliendo humo otra vez y se veía fuego. Un nuevo operativo de Policía Local, Emerxencias Cangas y Guardia Civil se personó en el lugar para sofocar las llamas tras tirar la puerta abajo y llevar a cabo un nuevo desalojo por precaución. Por segunda vez se dio por extinguido y regresó la normalidad al inmueble. Pero por poco tiempo. Minutos antes de las doce de la mañana de ayer volvían a saltar las alarmas por humo en el mismo domicilio, el de Petronila Mariño pese a que se encontraba vacío y con la electricidad cortada. Nadie podía creérselo, parecía cosa de ‘meigas’. Hasta rondó la teoría de que alguien estaría accediendo al piso para prenderle fuego. Investigadores de la Guardia Civil se trasladaron a la vivienda a última hora de la mañana para estudiar el origen y descartar a terceras personas. Y así fue. Nadie entraba a la vivienda, el foco estaba en el colchón de la cama que, pese a que estaba empapado de agua de los dos apagados anteriores, todavía habría guardado el calor hasta el punto de volver a combustionar.

Petronila, todavía “baja de ánimos” por haber perdido “todo”, solo tiene palabas de agradecimiento para su familia y para sus caseros, que en todo momento se han preocupado por ella y por su salud.

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