Muere el patriarca de los Morones

baixo miño

El que fuera “rey de los gitanos” de Galicia, Olegario Giménez, falleció en Vigo a los 71 años después de una larga enfermedad respiratoria. Hoy será enterrado en Tomiño tras un velatorio en su casa de Amorín

redacción. ViGO

Publicado: 23 mar 2021 - 00:20 Actualizado: 24 mar 2021 - 00:49

Olegario Giménez, “El Morón” se casó con 18 años, tuvo siete hijos y se trasladó a vivir a Tomiño.
Olegario Giménez, “El Morón” se casó con 18 años, tuvo siete hijos y se trasladó a vivir a Tomiño.

Olegario Giménez Salazar, padre de Sinaí Giménez, patriarca de los Morones y “rey de los gitanos de Galicia” hasta 2019, falleció en la noche de ayer en un hospital vigués a los 71 años. La muerte se produjo después de una larga enfermedad respiratoria, que le mantuvo ingresado en varias ocasiones.

Su cadáver fue trasladado hasta su domicilio en la parroquia tomiñesa de Amorín, para su entierro previsto para hoy.

Olegario formaba parte del consejo de ancianos y precisamente, por los problemas derivados de salud, dejó en manos de uno de sus siete hijos, Sinaí, la “corona” gitana, una tradición que se mantiene desde hace casi 200 años.

Foto familiar de Olegario, con sus hijos y nietos en una imagen reciente.
Foto familiar de Olegario, con sus hijos y nietos en una imagen reciente.

El patriarca trabajó como capataz en el puerto de Vigo, (entonces residía en Teis) en el inicio de lo que después sería su negocio en la venta ambulante y el control de los mercadillos de Galicia. Trasladado a un chalé en Tomiño junto a su mujer Flora, la familia se ha visto envuelta en distintas polémicas con la justicia llegando a ser vigilados de cerca por las fuerzas de Seguridad. Durante la pandemia, llegó a tener algunas recaídas de su enfermedad, lo que tuvo en vilo a la familia, que así lo mostraban en redes sociales pidiendo por la salud de su padre. Incluso el pasado 19, Día del Padre, celebraban lo que parecía una mejoría.

Los mayores conflictos llegaron a raíz del enfrentamiento con los zamoranos debido al control de los mercadillos, lo que dio lugar a una causa judicial que acabó en su detención, junto a tres de sus hijos. La causa del juzgado de Cangas por presunta extorsión le llevó a su ingreso de nuevo en el hospital, lo que obligó a ser trasladado a los juzgados, para declarar como investigado, en ambulancia. Las malas relaciones con los zamoranos hizo que ordenara su destierro y generó reyertas y dos tiroteos con varios arrestos entre las filas de su familia y otros tantos juicios.

Las supuestas amenazas con un arma de un guardia civil y un agente forestal al patriarca derivaron también en una trifulca a las puertas de los juzgados.

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