Encañona a un empleado y a tres jóvenes en una gasolinera en Tui

La mañana de ayer quedó marcada en Guillarei por un episodio de extrema tensión que se prolongó durante varios minutos en una estación de servicio situada en las inmediaciones de la carretera dirección al casco urbano de Tui. A las 8:06 horas, un individuo, de iniciales V.F. y 41 años de edad, armado con una pistola real irrumpió en la gasolinera, “completamente fuera de sí”, y empezó a amenazar a clientes y trabajadores, según explicaron a Atlántico testigos presenciales y fuentes de la Guardia Civil.

Si bien era una persona conocida tanto para vecinos como fuerzas del orden por otros incidecentes y con antecedentes policiales por droga y tenencia de arma, V.F. nunca habría cometido un robo en el pasado, al menos de estas características, por lo que la investigación apunta a que un acontecimiento previo, como el contacto con los tres jóvenes en la gasolinera, habría desatado este episodio violento.

Según los testimonios recabados, en el exterior del establecimiento se encontraban tres jóvenes, a quienes el agresor apuntó directamente con el arma. En el forcejeo e intento de intimidación, uno de ellos terminó con una brecha en la frente. Acto seguido, el atacante se dirigió al interior de la tienda, donde interceptó al empleado, lo obligó a acompañarlo y lo mantuvo durante varios minutos de rodillas, bajo la amenaza constante del arma.

Dentro del local, el individuo exigió que se abriera la caja registradora, pero ante la incapacidad de obtener el dinero, comenzó a romper el equipo informático, destrozando los cristales del mostrador y golpeando la caja registradora hasta dejarla inutilizada. El desconcierto y el caos se intensificaron, aumentando el miedo entre quienes estaban en la zona. Pasadas varias horas del incidente, los trabajadores aún se mostraban inquietos y con miedo por el suceso.

La activación de la alarma provocó la rápida movilización de la Guardia Civil, que llegó en pocos minutos, junto con agentes de la Policía Local de Tui. Ante la agresividad del individuo y el riesgo que representaba, los guardias efectuaron también un disparo preventivo al aire para ganar control sobre la situación. Tras un tenso forcejeo, los agentes lograron reducir y detener al hombre sin que se produjeran daños personales graves. El detenido fue trasladado posteriormente al Hospital Álvaro Cunqueiro, donde ingresó en la unidad de psiquiatría debido al estado de fuerte alteración que presentaba en el momento de la intervención.