Camposancos lleva la cultura y la música en directo a los lavaderos

La presidente de la entidad menor y el cantante Bieito Solo han iniciado una serie de actividades para recuperar estos espacios

Los lavaderos en Camposancos se han transformado en escenarios. Con este proyecto de la entidad menor, ahora los vecinos escuchan música, comparten viandas y se relacionan en un espacio tradicional y lleno de historias. En el proyecto participa el compositor camposino Bieito Solo.
Los lavaderos en Camposancos se han transformado en escenarios. Con este proyecto de la entidad menor, ahora los vecinos escuchan música, comparten viandas y se relacionan en un espacio tradicional y lleno de historias. En el proyecto participa el compositor camposino Bieito Solo.

En Camposancos (A Guarda) los lavaderos han recuperado su protagonismo en la vida social de la parroquia. El pasado otoño, la presidente de la Entidad Menor, Merchi Martínez, decidió que era el momento de buscar alternativas culturales y crear puntos de encuentro para los más de mil vecinos que viven allí en la actualidad. La idea se materializó en una charla con el músico local Bieito Solo. Transformar los casi olvidados lavaderos en lugares de reunión, donde escuchar buena música y poder compartir charlas, emociones y risas.

El proyecto caló muy pronto y se organizó el primer concierto. “Los lavaderos son espacios medio olvidados y eran punto de reunión muy importante para las gentes del pueblo”, explica Bieito, que apunta que en ellos “se limpiaba tanto la ropa como el alma”. Ahora, además de nuevos puntos de encuentro donde intercambiar saludos, miradas y las últimas novedades de la localidad, son también un lugar de cultura y ocio abierto a todos . 

La oferta fue sencilla, pero muy efectiva. La música de Bieito logró congregar a un importante número de vecinos, que rodearon el lavadero y que incluso, en algunos casos, llevaban sus propias sillas para estar más cómodos. Tampoco faltaron las viandas para compartir con los otros vecinos, mientras escuchaban algunos de los temas que integraban el espectáculo. Y como fondo, siempre el sonido del agua, que durante siglos acompañó a las piedras de la pila en las que se lavaban las ropas con jabón hecho en casa, mientras las mujeres hablaban de lo divino y de lo humano con el sol y el viento como compañeros de fatigas.

Los dos primeros encuentros fueron el año pasado en los lavaderos que están en mejores condiciones de los 6 existentes en Camposancos. Ahora está previsto crear un calendario de actividades para desarrollar a lo largo de este 2025. La presidente de la entidad menor explica que uno de sus objetivos es dinamizar toda la parroquia. 

Parte de este proyecto es “Música nos lavadoiros”, pero también los murales que se pueden ver en algunos puntos de la parroquia, como es el caso del propio muro del pilón, donde se puede leer una frase referente a la actividad que se desarrollaba allí y que, hoy en día, algunas mujeres aún mantienen, aunque de forma esporádica. 

“Estos lugares eran como periódico del pueblo, en ellos se contaban las novedades, lo que pasaba y lo que se decía. Recuerdo cómo mi madre venía a lavar al lavadero”, comenta Merchi Martínez al explicar la importancia de estos enclaves en la vida de las aldeas.

El proyecto de animar con murales diferentes rincones de la parroquia de Camposancos se llamó “Anónimas camposinas”, y en el mismo colaboraron la poeta Cristina Méndez y la pintora Gemma Marqués, que transformaron varios espacios en auténticos tributos visuales a la memoria colectiva de este lugar.

En este afán de recuperar la actividad y las relaciones entre los vecinos, también apostaron por la decoración navideña, que se puede ver en las puertas de las casas, en el cruceiro y en los puntos más emblemáticos “lo que ya atrae a muchos curiosos que llegan desde Vigo e incluso de Portugal”.

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