Las víctimas, protagonistas del homenaje en Hiroshima
La ciudad japonesa guardó un emotivo minuto de silencio en recuerdo de todos los fallecidos
La ciudad japonesa de Hiroshima conmemoró ayer a las víctimas del devastador bombardeo atómico perpetrado por Estados Unidos hace 80 años, un ataque nuclear que dejó unos 140.000 muertos y que se vio seguido, tan solo tres días después, por otro bombardeo idéntico contra Nagasaki, donde murieron otras 74.000 personas. Ambos ataques forzaron la rendición de Japón y marcaron el final de la Segunda Guerra Mundial.
La localidad guardó un minuto de silencio a primera hora de la mañana en recuerdo a las víctimas y heridos de aquel 6 de agosto de 1945, poco antes del final de la Segunda Guerra Mundial, y reivindicó un “mundo libre de armas nucleares” para evitar que este tipo de ataques se repita en el futuro.
El alcalde de Hiroshima, Matsui Kazumi, abrió los actos de este miércoles con un discurso en el que destacó el papel de los supervivientes, conocidos como hibakusha, y pidió “nunca rendirse” para lograr la “completa abolición de las armas nucleares”.
“Debemos hacer que el deseo de abolición nuclear sea el consenso de la sociedad civil”, afirmó durante un evento que reunió a líderes de más de un centenar de países, así como a supervivientes y activistas.
En este sentido, apostó por el “diálogo” en lugar de la “posesión” de armas nucleares, especialmente ante el aumento de la tensión geopolítica entre las principales potencias. “En algunos países, los responsables políticos incluso aceptan la idea de que las armas nucleares son esenciales para la defensa nacional”, lamentó, al tiempo que instó a “adoptar el espíritu pacifista de Hiroshima y debatir un marco de seguridad basado en la confianza”.
Un mundo sin armas
El primer ministro del país, Shigeru Ishiba, afirmó que Tokio busca “liderar los esfuerzos a nivel internacional para lograr un mundo sin armas nucleares”, aunque evitó nombrar directamente a Estados Unidos en relación con el bombardeo.
Pese a que Japón está bajo el paraguas nuclear estadounidense, descartó que Washington vaya a “compartir” este armamento, dada la voluntad de Japón de “respetar sus principios”. “Hace 80 años, una bomba atómica explotó, dejando miles de pérdidas en vidas humanas. Aquellos que sobrevivieron sufrieron una agonía que no se puede describir”, lamentó, según informaciones del diario The Japan Times.
“No debemos repetir nunca el desastre que representaron Hiroshima y Nagasaki. Es nuestra misión como único país del mundo que sufrió ataques nucleares, y tenemos que presionar al mundo para mantener los principios de no proliferación nuclear”, afirmó.
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