Trump regresa a la Casa Blanca sobrado: “Vamos a arreglar todo lo que está mal”

Elecciones EEUU

El candidato republicano logra por segunda vez la presidencia de los Estados Unidos con una holgada victoria sobre Kamala Harris. Gana también en el Senado y el Congreso y tendrá poderes reforzados

Publicado: 06 nov 2024 - 12:03 Actualizado: 07 nov 2024 - 11:32

El expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, tras su virtual victoria en las elecciones presidenciales. // EP
El expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, tras su virtual victoria en las elecciones presidenciales. // EP

El candidato presidencial republicano, Donald Trump, declaraba su victoria en las elecciones a la Casa Blanca y lo celebraba como un “momento histórico” que supone el comienzo de una “era dorada” para el país, a pesar de que aún no se había confirmado oficialmente su victoria en los comicios. Trump, acompañado de su familia y de su candidato a la Vicepresidencia, J.D. Vance, celebraba su triunfo como la expresión de su movimiento MAGA (Make America Great Again), en un momento en el que las proyecciones de los grandes medios le daban como virtual vencedor frente a la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris.

“Es un movimiento como nadie ha visto nunca. El movimiento político más grande que se ha visto nunca en este país”, declaraba desde su cuartel electoral de West Palm Beach (Florida), antes de agregar que “ayudará a sanar al país”. “El país necesita ayuda. Vamos a arreglar las fronteras, vamos a arreglarlo todo”, sostuvo. Así, recalcó que “se ha hecho historia por un motivo” y añadía que su campaña “ha superado obstáculos que nadie pensó que sería posible superar” y daba las gracias a la población por el “extraordinario honor” de ser elegido nuevamente como presidente.

Un “mandato poderoso”

“Lucharé por vosotros y por vuestro futuro. Todos los días lucharé por ustedes, con cada soplo en mi cuerpo”, indicó, al tiempo que prometía de nuevo “hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande” y aplaudía la contundencia de una victoria que todavía no había sido declarada de manera oficial. “Estados Unidos nos ha dado un mandato poderoso y sin precedentes. Hemos recuperado el Senado”, declaró Trump antes de reseñar que había logrado “hacerse con el voto popular”, que “parece que (los republicanos) se mantendrá el control de la Cámara de Representantes” y dar las gracias al presidente republicano del organismo, Mike Johnson.

Trump aprovechó su discurso para adelantar que Estados Unidos “tiene unos cuatro grandes años por delante” y prometió “trabajar muy duro” para “dar la vuelta al país” y “convertirlo en algo especial”. “Es el país más grande, potencialmente el más grande del mundo, con diferencia”, argumentó.

“Detener las guerras”

En este sentido, reiteró su compromiso de “sellar las fronteras” y autorizar sólo la entrada “legal” de migrantes en el país norteamericano, antes de defender que su campaña ha sido “la más unificada” en Estados Unidos, integrando “afroamericanos, hispanos, asiáticoamericanos, araboamericanos y americanos musulmanes”. “Es un realineamiento histórico”, destacó Trump, quien apuntó que “es un núcleo común en torno al sentido común”. “Somos el partido del sentido común. Queremos tener fronteras, seguridad, que las cosas sean buenas, que haya una gran educación, tener un Ejército fuerte y poderoso que, en un plan ideal no haya que usar”, dijo.

El exmandatario defendió que durante su anterior mandato “no hubo guerras, al margen de derrotar a Estado Islámico en un tiempo récord”. “Dicen que voy a empezar una guerra, pero no voy a hacerlo. Voy a detener las guerras”, reseñó. “Vamos a mantener nuestras promesas”, subrayó.

Por último, sostuvo que Dios le salvó la vida “por un motivo”, en referencia al intento de asesinato al que sobrevivió durante un discurso en julio en 2024 en Pensilvania. “Esa razón era salvar nuestro país y restaurar la grandeza de Estados Unidos”, señaló. “Vamos a cumplir esa misión juntos. La tarea que tenemos delante nuestro no será fácil, pero voy a emplear cada gramo de energía, espíritu y lucha que tengo en mi alma para el trabajo que me habéis confiado”, dijo, antes de reiterar que “el futuro de Estados Unidos será mayor, mejor, más firme, más rico, más seguro y más fuerte que nunca antes”.

Será el primero en gobernar el país con una condena judicial y el de mayor edad

Donald Trump suscribirá en enero varios récords cuando tome posesión como presidente por segunda vez, al convertirse en la persona de más edad en hacerlo (tendrá 78 y 221 días) y en la primera que se sentará en el Despacho Oval con una condena ya sobre sus espaldas. El magnate neoyorquino, que ha denunciado una “caza de brujas” contra él en el ámbito judicial, vuelve a la Presidencia con numerosos frentes abiertos que, a tenor de los resultados, no le han pasado factura. En uno de estos frentes ya tiene una condena penal, en particular por 34 cargos relativos a la falsificación de registros comerciales. Esta causa investiga la falsificación de documentos para ocultar el pago de 130.000 dólares a la ex actriz porno Stormy Daniels, a la que pagó para que no hablase de una supuesta relación extramatrimonial poco antes de las elecciones de 2016, las primeras en las que Trump logró la victoria.

Los abogados del Trump han buscado retrasar la sentencia, que podría conocerse este mes de noviembre, al tiempo que luchan para demostrar su inocencia en otros casos como el que examina las presuntas interferencias políticas tras los comicios de 2020. Los jueces deberán analizar no sólo los hechos en sí sino el rango de inmunidad del que pueda gozar Trump en calidad de presidente.

En el caso de los pagos a Stormy Daniels, la pena máxima es de cuatro años de cárcel, aunque el juez no tiene necesariamente que llegar a este límite y podría optar por una pena menor, como arresto domiciliario, servicios a la comunidad o una multa. Se abriría en ese caso un nuevo pulso en el que los abogados previsiblemente apelarían a cuestiones de índole constitucional para alargar el proceso y demorarlo incluso durante años. No se trata de un caso federal, sino que corresponde al ámbito del Estado de Nueva York, por lo que Trump no tendría capacidad para indultarse a sí mismo una vez tome posesión.

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