Las tropas rusas emprenden su ofensiva contra el Donbás

GUERRA EN EUROPA

Kiev denuncia que buscan romper las líneas enemigas con una maniobra desde Járkov al norte

Agencias

Publicado: 10 abr 2022 - 23:03 Actualizado: 11 abr 2022 - 12:09

Un militar muestra el interior del edificio de la Gobernación de la Región de Jarkiv destruido por los bombardeos.
Un militar muestra el interior del edificio de la Gobernación de la Región de Jarkiv destruido por los bombardeos.

Ucrania dio ayer por iniciada la ofensiva final rusa contra el Donbás, en el este del país. Según fuentes ucranianas, tropas rusas intentan romper las líneas enemigas con una maniobra envolvente desde la región de Járkov al norte, la ciudad portuaria de Mariúpol al sur y la región de Lugansk al este del Donbás. “Han comenzado a apretarnos con mucha fuerza desde el sur y también desde el norte. El plan de cercar nuestras fuerzas lo intentan llevar a cabo por todas partes”, comentó ayer Oleksii Arestóvich, asesor presidencial ucraniano.

Hace casi dos semanas que el Ejército ruso anunció el repliegue de la región de Kiev, del norte del país y también de la zona de exclusión nuclear de Chernóbil. Con todo, Kiev mantiene que Moscú carece de los hombres suficientes para conquistar el Donbás.

La “liberación” del Donbás implicará el empleo de aviación, artillería y misiles, como ocurriera el viernes en la estación de tren de Kramatorsk, bastión militar ucraniano en la zona, donde murieron medio centenar de personas. Arestóvich admitió que las tropas ocupantes avanzaron en dirección a Kramatorsk y al nudo de comunicaciones de Sloviansk, donde estalló la sublevación prorrusa hace ocho años. También reconoció que el enemigo cuenta con varias veces más fuerzas que el Ejército ucraniano, aunque este lleva preparándose para este momento desde la firma de los Acuerdos de paz de Minsk de febrero de 2015. “Veremos cómo acaba esto, todo se decidirá en el campo de batalla”, dijo.

La ofensiva final

Participarán en la embestida final las tropas que fueron retiradas de Kiev, Chernígov y Sumi, y también un segundo convoy de diez batallones procedente del Lejano Oriente ruso, que aún no llegó a su destino, según el asesor del presidente Zelenski.

Mientras, el jefe de la Administración Militar de Lugansk, Serguéi Gaidai, pronostica que cuando las fuerzas rusas hayan mejorado su posición táctica, comenzarán a bombardear por la noche a discreción y con todas sus fuerzas. “Eso se prolongará varias horas en Donetsk y Lugansk, y entonces comenzarán a avanzar con un gran número de tanques e infantería”, dijo, aunque matizó que sólo lo harán cuando estén seguros “al 100%” de que no repetirán el error de febrero, cuando subestimaron la resistencia ucraniana.

Entretanto, el Ejército ruso insiste en romper las líneas enemigas en torno a Izium, punto estratégico desde el que podría atacar las desguarnecidas posiciones ucranianas en Donetsk. Según las imágenes vía satélite de Maxar, un convoy ruso de unos 12 kilómetros de largo acaba de cruzar la frontera y se dirige hasta la ciudad de Járkov, la principal ciudad del este del país. Además, las autoridades ucranianas denunciaron ayer que el aeropuerto de Dnipro, en el centro-este del país, fue destruido en un ataque ruso.

Kuleba insiste a la UE en la necesidad de más armas

El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, volvió a insistir ayer en la necesidad de que Occidente ayude a Kiev con “armamento moderno” antes de la batalla final. “Ucrania ganó la batalla por Kiev. Ahora viene otra, la batalla por el Donbás. Nos estamos preparando con nuestros socios para obtener el armamento y los equipos necesarios para ganar”, señaló a la NBC. Kuleba subrayó que ya ha llegado la hora de dejar de hacer diferencias entre armamento ofensivo y defensivo.

El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció el sábado en Kiev el suministro de 120 blindados después de que la República Checa enviara tanques y lanzaderas de misiles, Eslovaquia confirmara la llegada de una batería de misiles antiaéreos de largo alcance S-300 y que la UE concediera el viernes otros 500 millones para la compra de armas.

Además, el Gobierno eslovaco admitió el inicio de negociaciones con Ucrania para la venta de piezas de artillería autopropulsadas Zuzana 2.

Según la prensa local del país invadido, Ucrania negocia también con la compañía alemana Rheinmetall la compra de una partida de vehículos de combate Marder. Con todo, las autoridades ucranianas culpan a Berlín de poner toda clase de trabas a los envíos, además de oponerse a la suspensión de las importaciones de gas ruso.

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