Los republicanos piden la dimisión de Kimberly Cheatle
Estados Unidos
Cheatle reveló que el atacante de Trump fue identificado como “sospechoso”, pero no como una “amenaza”
La directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle, compareció ayer ante una comisión de la Cámara de Representantes y reconoció que el atentado contra el candidato presidencial republicano Donald Trump del pasado 13 de julio “es el fracaso operativo más importante del Servicio Secreto en décadas”. Cheatle aseguró que moverá “cielo y tierra” para evitar que se repita un incidente como este. “Nunca dejo de pensar en qué tendríamos que haber hecho”, dijo antes de poner en valor el trabajo de los agentes que intervinieron rápidamente para proteger a Trump. “No puedo expresar con palabras lo orgullosa que estoy de las acciones del servicio del expresidente”, resaltó.
Sin embargo, contestó con evasivas a las preguntas clave, como por qué no había agentes en el tejado desde el que disparó Crooks, si Crooks voló un dron antes del inicio del acto o por qué no se intervino cuando los asistentes alertaron de su presencia y de que tenía un fusil. “Sigue habiendo una investigación en marcha. No voy a dar detalles sobre ello”, dijo.
Sí aclaró en cambio que el Servicio Secreto no rechazó ninguna petición de recursos adicionales de la campaña de Trump para la seguridad del acto de Butler, Pensilvania, y que el edificio desde el que se hicieron los disparos estaba fuera del perímetro de seguridad.
En su comparecencia, Cheatle reveló que el atacante fue identificado como “sospechoso”, pero no como una “amenaza”. Entonces le preguntaron por qué permitieron que se realizara el mitin si habían identificado al individuo como sospechoso. “Si se hubiera informado de que había una amenaza, el servicio jamás habría llevado al expresidente al escenario. Eso es lo que hacemos y eso es lo que somos”, respondió.
Mientras, la bancada republicana cuestionó la investigación. “Tenemos que confiar en que el FBI está llevando esta investigación y que están realizando una investigación fiable, porque hay algunos de los que estamos aquí sentados que no tienen mucha confianza en el FBI”, señaló el presidente de la Comisión de Supervisión, el republicano James Comer.
Comer abrió la sesión pidiendo directamente la dimisión de Cheatle. “Los estadounidenses exigen respuestas”, espetó. Cheatle respondió que considera que es “la persona más adecuada para dirigir el Servicio Secreto en este momento” y recordó sus 27 años de trabajo en la agencia.
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