Los rebeldes libios asedian los últimos enclaves gadafistas
Entraron en Sirte y controlan la mayor parte de Bani Walid mientras Gadafi llama a la resistencia
Las fuerzas armadas rebeldes lograron ayer avances significativos en su lucha por el control de Sirte, ciudad natal del huido líder libio Muamar el Gadafi, que volvió a instar a sus seguidores a seguir la lucha 'hasta la muerte'.
Por primera vez desde el comienzo de las revueltas populares y la posterior rebelión armada, los milicianos lograron llegar hasta el corazón de esta ciudad, situada a 450 kilómetros al este Trípoli y uno de los dos últimos reductos de las brigadas gadafistas, junto a Bani Walid, a 150 kilómetros al sureste de la capital. Un portavoz del Consejo Nacional de Transición libio (CNT), Shams Eddine, afirmó que los combatientes lograron entre la noche del lunes y la madrugada de ayer controlar el puerto, la Universidad Ettahadi y también la isla de Dhoran, que conecta las zonas este y oeste de la localidad.
Esta nueva ofensiva para hacerse con el control de la ciudad, y que comenzó dos días después de una serie de ataques aéreos lanzados por aviones de la OTAN, arrancó desde el frente occidental.
'Los hermanos de Misrata se han convertido en expertos en los combates en las calles y su experiencia nos permitieron tomar el control de zonas importantes de Sirte', dijo en relación a los combatientes de esta ciudad situada al oeste de Sirte y que forman el grueso de las fuerzas de dicho frente.
Sin embargo, la intensidad de la lucha se redujo a lo largo del día y, según fuentes rebeldes, la autoridades libias decretaron un alto el fuego temporal para permitir la salida de la ciudad del mayor número posible de civiles. Una situación que, tal y como comentaron las mismas fuentes, no se espera que dure más de 24 horas.
A pesar de que las tropas gadafistas se encuentras prácticamente doblegadas en Sirte y sitiadas en Bani Walid, Gadafi, a través de la radio local, volvió a lanzar un nuevo mensaje en el que instó a resistir.
Apelando al sentimiento religioso de los hombres que aún le son fieles instó a continuar la resistencia hasta que mueran 'como mártires'. 'Yo estoy entre los hijos de mi pueblo', dijo el dictador que, no obstante, no afirmó de manera clara que se encontraba en Libia.
Mientras, en la capital del país se volvió a descubrir una nueva fosa común con seis cadáveres.
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