La inmigración, munición ultra para las municipales en Francia
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La ciudad francesa de Calois será el centro de atención en los comicios que se celebran mañana
nnn Los inmigrantes son la munición predilecta de los ultras franceses y las próximas elecciones municipales volverán a poner a prueba la atracción de su discurso xenófobo en Francia. Conocida tradicionalmente por ser un paso fronterizo con Reino Unido, la crisis migratoria de 2015 -cuando miles de migrantes se hacinaban en la llamada "Jungla de Calais"- se percibe ahora en esta localidad francesa como una maldición que transformó la imagen pública del lugar: "Ahora todos nos conocen por ser la ciudad de los inmigrantes", lamenta un vecino.
El Café du Mink, frente al puerto, es un monumento más de la ciudad. En su interior, abigarrado de reliquias anónimas, como gorras de pescadores, redes, postales roídas por el paso del tiempo e incluso un sujetador, se reúnen a primera hora los pescadores. A media tarde, una clientela fiel recibe con un apretón de manos a cualquier recién llegado, pero la conversación se complica cuando el tema de debate es la inmigración. Los interlocutores retiran la sonrisa.
"¿Qué vamos a decir? Llevamos con esto desde 2002, con la guerra de Iraq, y solo ha ido a peor. Claro que nos da pena ver escenas de miseria en nuestras calles, pero no podemos hacer nada", dice un cliente desde el anonimato. Para él, la gestión de la alcaldesa conservadora, Natacha Bouchart, en el poder desde 2008, ha sido correcta. Lo suficiente para volver a ser elegida en la primera vuelta de las municipales con una lista respaldada por el partido macronista La República en Marcha, que ha visto en ella la única posibilidad de obtener un buen resultado en los comicios.
Agrupación Nacional, a la baja
El antiguo Frente Nacional, actual Agrupación Nacional (AN), no da por perdida la partida, aunque los sondeos sitúan a Bouchart en cabeza (56 % de la intención de voto), seguida de una alianza de los partidos de izquierda, que a su vez denuncian el abandono de los migrantes, y en tercera posición, los ultras de la AN.
Su líder, Marine Le Pen, eligió esta ciudad para poner fin a sus actos de campaña y no es casualidad: la presidenta del partido ultraderechista obtuvo en 2017 en Calais el 57,42 % de los votos en la segunda vuelta de las presidenciales frente a Macron y su candidato a las europeas registró un 41,54 % de apoyos el año pasado.
Ahora, su apuesta en Calais es un joven bretón de 30 años que aterrizó allí el pasado verano tras trabajar en la Legión Extranjera del Ejército francés durante una década. Enchaquetado, alto y sonriente, Marc De Fleurian ha sido respaldado desde finales de febrero por Marie Caroline, hermana de Le Pen, que ha entrado junto a su marido, el eurodiputado Philippe Olivier, en las listas municipales. Ella lo acompaña en la mayoría de actos, mientras Marine Le Pen aparece junto a él en todos los carteles de la ciudad. n
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