Las hijas de Putin, el secreto mejor guardado del Kremlin
GUERRA EN EUROPA
Su identidad nunca fue confirmada oficialmente por el presidente ruso, que las mantiene al margen
María y Katerina, las dos hijas del presidente ruso, Vladímir Putin, sancionadas ayer por Occidente, son el secreto mejor guardado del Kremlin. Su identidad nunca fue confirmada oficialmente, por lo que los propios rusos no saben ni cómo son ni a qué se dedican. “Estoy orgulloso de ellas. Yo nunca discuto asuntos relacionados con mi familia. No se dedican ni a los negocios ni a la política. Simplemente viven su vida y lo hacen dignamente”, dijo Putin en diciembre de 2015, en una de las contadísimas ocasiones en que aludió a sus descendientes.
La última foto de Putin con sus hijas data de 2002, durante unas vacaciones en la costa, y ambas están de espaldas. Desde entonces, María y Katerina fueron protegidas con especial celo por los servicios de seguridad rusos. Se sabe que actualmente residen en Rusia y que desde 2014, cuando este país fue objeto de sanciones occidentales por la anexión de Crimea y su injerencia en el Donbás ucraniano, viajaron en varias ocasiones a países occidentales.
Putin se casó en 1983 con Liudmila Shkrebneva, que trabajaba entonces como azafata de una línea regional en el enclave báltico de Kaliningrado. Su primera hija, María, nació el 28 de abril de 1985 en la antigua Leningrado, actual San Petersburgo, tras lo que la pareja se mudó a Dresde, donde Putin trabajó para el KGB. De hecho, su segunda hija, Katerina, nació en esa ciudad de la República Democrática Alemana el 31 de agosto de 1986. Regresaron a la URSS en 1990, un año antes de la desintegración del Estado totalitario. Después de más de un lustro en la antigua capital zarista, en 1996 se trasladaron a Moscú, donde Putin trabajó en la Administración presidencial. Aunque era un secreto a voces que ya no vivían juntos, Putin y Liudmila no anunciaron su separación hasta junio de 2013.
Su vida profesional
María, de 36 años, utiliza el apellido Vorontsova. Se licenció en biología en San Petersburgo y en medicina en una universidad de Moscú. Médica endocrinóloga de profesión, es políglota (inglés, francés, alemán y neerlandés) y salió varias veces en televisión hablando sobre enfermedades genéticas infantiles, según la prensa occidental. Actualmente, María Vorontsova es accionista de la compañía Nomeko (Nueva Compañía Médica).
Por otra parte, Katerina, de 35 años, utiliza el apellido Tíjonova. En 2018 el Gobierno estadounidense la identificó como hija menor del jefe del Kremlin. Se licenció por la Universidad Estatal de Moscú, donde ejerce desde hace varios años como directora del Centro Nacional de Reserva Intelectual, conocido como Innopraktica. Tíjonova se dedica a investigar la inteligencia artificial.
EEUU prohíbe invertir en Rusia y avanza un “éxodo” de empresas
Estados Unidos anunció ayer sanciones a las dos hijas del presidente de Rusia, Vladímir Putin, y la prohibición, junto a sus socios occidentales, a las nuevas inversiones en Rusia, tras la masacre en la ciudad ucraniana de Bucha. Un alto funcionario del Gobierno del presidente Joe Biden explicó en una llamada con periodistas que las sanciones tienen como objetivo las dos hijas de Putin, María y Katerina, así como a la esposa y la hija del ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
Estados Unidos también castigó a miembros del Consejo de Seguridad ruso, entre los que figuran el exprimer ministro Dmitri Medvédev y el jefe de Gobierno actual Mijaíl Mishustin. Washington ya había sancionado a Putin semanas atrás, pero sospecha que el mandatario ruso “esconde sus bienes” detrás de familiares y amigos. El Gobierno de Biden también anunció la imposición, en coordinación con sus socios del G7 y de la Unión Europea (UE), de un veto a las nuevas inversiones en Rusia, lo que “intensificará el éxodo masivo” de empresas, puesto que 600 multinacionales ya abandonaron el país, sostuvo el funcionario estadounidense ayer en un comunicado.
En cuanto a las sanciones impuestas contra funcionarios y sus familiares, Estados Unidos les expulsó de su sistema financiero y congeló sus activos. Se trata de las hijas adultas del presidente, Vladimir Putin, la esposa y la hija del ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, y miembros del Consejo de Seguridad ruso, incluido el expresidente Dimitri Medvedev y el actual “premier”, Mijail Mishustin. “Estos individuos se han enriquecido a expensas de los ciudadanos rusos” y “algunos de ellos son responsables de proporcionar el apoyo necesario para la guerra”, detalló la Casa Blanca.
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