Vinculan a Miñanco con un alijo de 3.300 kilos de cocaína
La Policía defiende ante la Audiencia Nacional la relación del antiguo narco con el buque Thoran
Las defensas de varios de los acusados en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional (AN) contra el narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, conocido como Sito Miñanco, trataron de desmontar ayer la relación de esa organización con el buque Thoran -que transportaba 3,3 toneladas de cocaína- sosteniendo que no hay comunicaciones de los investigados con ese navío, pero el inspector que arrancó la conocida como “operación Mito” explicó que el narco era “profesional” y por tanto “lo último que iba a hacer era tener directamente contacto con un barco que llevaba 4.000 kilos”.
Así se pronunció ayer el inspector de la Brigada Central de Estupefacientes (Udyco), que explicó que “una de las cosas que ellos -los acusados que pertenecían a la organización de Sito Miñanco- hacen muy bien es no tener contacto directo con el barco”. Cabe recordar que, según el escrito de acusación, ese barco fue interceptado con ese cargamento de droga en octubre de 2017, y que los investigadores señalan que la sustancia estupefaciente que transportaba iba destinada a la red de Sito Miñanco.
El inspector explicó que entiende que “había gente de la organización que tenía que tener contacto con el barco” pero no las personas cercanas al capo. “Eso es una medida de seguridad básica para ellos, montan un sistema de comunicaciones para que nadie de su organización hable con el barco”, explicó para luego añadir que los únicos audios que hay y que relacionan a Prado Bugallo con el barco son en los que habla con alguien al que se denomina “Turco” que es quien le da la noticia del abordaje.
"Muy inteligente"
“Pero es que es una persona muy inteligente y tiene mucha experiencia. Y lo último que va a hacer es tener directamente contacto con un barco que lleva 4.000 kilos de cocaína que él tiene que recoger. Eso es una norma básica suya, es normal”, insistió.
Por otro lado, sostuvo que su trabajo fue independiente y al margen de cualquier otra operación que llevaran a cabo otras fuerzas de seguridad del Estado respecto al narco gallego. Como ya dijo en la primera sesión, incidió en que desconocía que ese navío estuviera en el foco de otra investigación que se llevaba en un procedimiento de Alicante por la Guardia Civil, y que de hecho el abordaje del mismo supuso una sorpresa para su equipo Udyco.
También negó que su operación se iniciara después de que un juzgado gallego tumbara otras pesquisas que se habían acometido previamente: “Esta investigación, personalmente, le puedo decir que la iniciativa es mía. Y todo esto que me está diciendo es ciencia ficción. O sea, no. Contundentemente, no. Esa operación la empecé yo personalmente, a mi iniciativa, porque me hicieron jefe en enero de 2016, del Grupo Marbella”.
Así, insistió ante las preguntas de las defensas en que no se dieron duplicidad de investigaciones contra Miñanco porque, entiende que fueron “dos investigaciones completamente diferentes”. Al hilo, trató de defender su trabajo frente a las preguntas que ponían el foco en que las acusaciones se apoyaban en inferencias y no en pruebas. El inspector recalcó que lo que tienen “más fuerte” contra esta organización son los audios de las intervenciones telefónicas: “Conversaciones grabadas que son declaraciones propias, que son autoinculpaciones de alguna manera”.
Gonzalo Boye
Capítulo aparte mereció una vez más la parte de la causa que afecta al abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye. Ayer, el inspector señaló que tuvieron conocimiento de la relación de cliente-abogado de Sito Miñanco con Boye cuando detectan que este último acudiría a una reunión en la que se iba a tratar el tema de la recuperación de la cantidad incautada. Pero minutos después de aseverar que no sabía si hubo relación anterior de ambos, se corrigió a sí mismo y explicó que “sí es verdad que José Ramón -Prado Bugallo- ya trató con él -previamente- porque hay algún audio en el que él puede ser que esté incluso hablando de algún permiso, que haya tratado con algún permiso o algo”.
Fuentes de la defensa de Boye señalaron que este extremo es relevante porque demostraría que no apareció para blanquear dinero, sino que ya era abogado del narco en varias causas y también era letrado de otro de los principales investigados, Enrique García Arango.
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