Rueda propone brigadistas contraincendios "multitarea"

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, apuesta por avanzar hacia un modelo de lucha contra los incendios en el que participen brigadas “multitareas” que no se centren únicamente en la extinción de las llamas cuando se producen, sino también en labores de prevención, y que trabajen más meses al año.

Así lo trasladó en una entrevista a las puertas de cumplir tres meses como jefe del Ejecutivo autonómico. “Hubo buenos años con respecto a los incendios, este no lo está siendo”, reconoció Rueda, quien poco después de asumir el mando de la Xunta se ha tenido que enfrentar a una primera ola de incendios propiciada por tormentas y temperaturas extremas, y a una segunda remesa en la que ve “intencionalidad”.

Preguntado por la mejor vía para hacer frente a esta lacra, destacó la inversión en prevención y los avances, por ejemplo, en relación al tiempo de trabajo de las brigadas, ya más amplio que en otras épocas. Y preguntado acerca de si debería buscarse una mayor profesionalización y ampliar la labor de sus integrantes a todo el año, ha dado por hecho, sin fijar un marco temporal concreto porque “esto no se hace de un año para otro”, que “el modelo del futuro” de la Xunta “irá por ahí”: Encaminado hacia la articulación de brigadas “multitareas” que trabajen “cada vez más tiempo”.

HACER DAÑO

Acerca de si considera que hay “terrorismo incendiario”, Rueda respondió que tiene “claro” que “hay incendios provocados con muchas ganas de hacer daño, pegados a las viviendas” y puso el ejemplo de Verín. “Si por terrorismo se entiende hacer el mayor daño posible sin ninguna otra intención más que hacer daño, sí que existe terrorismo incendiario”, manifestó el presidente gallego, quien, tomó distancia respecto de la tesis de la trama incendiaria, a la que en su día apuntó Feijóo.

“Si por terrorismo hablamos de tramas organizadas de un territorio geográfico muy amplio que actúan coordinadamente, la Fiscalía ha dicho que no existen”. Preguntado acerca de si se equivocó su antecesor al apuntar a las mismas, dijo que “él tenía todos los indicios y la sensación era esa”, zanjó.

Desolación en la comarca de Barbanza, muy vulnerable por la alta actividad incendiaria

Más de dos mil hectáreas quemadas en la coruñesa comarca del Barbanza, donde un fuego con inicio el jueves en Cures (Boiro), una de las cinco parroquias de la zona catalogadas como PAAI por su alta actividad incendiaria, ha llevado el caos y la desolación a un territorio vulnerable ante las llamas. Las pésimas condiciones meteorológicas, por elevadas temperaturas y viento del nordeste, y el estado de sequedad de la vegetación en esta zona, con abundante superficie forestal, se conjuraron para que la lumbre devorase rápido su entorno y surgiese una mayúscula columna de humo que hizo el aire poco respirable.

Los brigadistas y el resto de medios desplegados en el área tienen que ir atacando flancos y cerrando otros que se reavivan. Los avisos de nuevos focos fueron constantes durante la noche. Los turnos, interminables. Se pasó del estado de alerta al de emergencia, nivel dos, el cual continúa activo, por cercanía a núcleos habitados. Ante una geografía muy representativa del medio rural gallego, con aldeas dispersas, chalés rodeados de masa arbórea y áreas de difícil acceso, los esfuerzos se concentraron desde un inicio en dejar en un segundo plano los daños en el monte para tratar de impedir así que la lumbre llegase a las casas y a los negocios.

El camping Ría de Arosa, de Oleiros, en la vecina localidad de Ribeira, acaparó todas las portadas al ser desalojados sus usuarios. Algunos de los clientes, 300, fueron llevados al pabellón de A Fieiteira, en Palmeira, donde ayer les llevaron avituallamiento y todo lo que necesitaban. Los otros, cuatro centenares más, se buscaron la vida por sí mismos porque contaban con esa posibilidad.

El alcalde ribeirense, Manuel Ruiz Rivas, explicó que de noche “no pegó ojo” y que la notoria falta de visibilidad y la cantidad de humo “impedían hasta respirar normalmente”.

CÁMARAS DE VIGILANCIA

Hubo preocupación por el hospital, por la vivacidad, por el amplísimo frente, por el cada vez más negruzco paisaje, pero finalmente no hubo que actuar ahí. Desocuparlo no fue necesario. Hay en marcha una investigación para determinar la causa de tamaña tragedia. Normalmente, el origen es “humano”, deja caer este regidor, que por prudencia no quiere pronunciarse todavía, hasta que el origen se conozca. El acceso a las piscinas naturales del Río Pedras está cortado. Igual ocurre con los miradores de A Curota, donde hay un punto de vigilancia, es decir, existen cámaras para una detección temprana de incendios.

“Con la nordestada, esto es imposible”, “no sabemos cuál es el fin”, “los helicópteros no pueden con tanto”, “hay que intentar apagar de día” y “los tractores de los vecinos, que saben por dónde tienen que andar, han evitado que esto fuese a peor” reflexionan los vecinos. En la orilla norte de Arousa, en la sierra que da abrigo a la zona costera que marca el comienzo de esa ría, este es un fin de semana de abatimiento.