Robles agradece a la Brilat su “heroísmo” ante la pandemia

La ministra de Defensa, Margarita Robles, agradeció ayer el “trabajo y dedicación” de la Brigada Ligera Aerotransportable Galicia VII (Brilat) durante los dos años de pandemia, en los que cada día han realizado “gestas heroicas”, más allá de su “disponibilidad permanente” para participar en misiones internacionales, actualmente en Mali e Iraq. “Tienen el agradecimiento absoluto de todo el Ministerio de Defensa”, destacó su ministra durante su recorrido por la base General Morillo, en la localidad pontevedresa de Figueirido, en donde comprobó todo el material que la Brilat pone a disposición de las autoridades civiles para combatir el covid-19.

Tras su colaboración en la desinfección de núcleos de población y centros de mayor actividad, los efectivos de esta unidad del Ejército de Tierra, recordó la ministra, “acompañan a los más vulnerables”, realizan rastreos de contactos estrechos y colaboran en las labores de vacunación. Robles destacó que “Galicia entera puede sentirse muy orgullosa de esta brigada”, ya que al trabajo realizado durante la pandemia se suma sus tareas de vigilancia en los montes para luchar contra los incendios, “una lacra que no nos podemos permitir”, incidió.

Ochenta soldados de la Brilat colaboran con las autoridades sanitarias gallegas en el rastreo de contactos estrechos de positivos en covid-19, realizando una media de unas 13.000 llamadas diarias entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche. Desde que comenzaron con esta labor, en octubre de 2020, los rastreadores del Ejército han realizado más de 2 millones de llamadas a contactos estrechos.

EQUIPOS DE VACUNACIÓN

Otros tres equipos de la Brilat forman parte de los equipos móviles de vacunación, colaborando para inmunizar a personas vulnerables, dos de ellos en el “vacunódromo” de Pontevedra y un tercero itinerante por residencias y domicilios particulares. A este respecto, la ministra de Defensa extendió su agradecimiento a todo el personal sanitario de Galicia por su trabajo en estos dos años “muy intensos y duros” y reiteró que la “prioridad esencial” es avanzar con las vacunaciones porque “es lo que salva vidas”.

Durante su visita a la base pontevedresa, Margarita Robles pasó revista a todo el material y las unidades que el ejército pone a disposición de las autoridades civiles para cualquier tipo de emergencia o situación de crisis sanitaria o social. Así, conoció el trabajo con medios aéreos no tripulados, los equipos de comunicación militar, la unidad nuclear, biológica y química para tareas de descontaminación, los medios de la policía militar o el robot para desactivación de explosivos.

El recorrido de Robles incluyó además el contacto con una planta potabilizadora de agua con capacidad para tratar 500 litros por hora, los módulos de cocina que pueden alimentar a unas 800 personas, los hospitales de campaña o todos los vehículos de transporte, entre ellos ambulancias todoterreno que pueden operar en condiciones adversas.

La colaboración que ofrece el Ejército a las comunidades para apoyarlas en los procesos de vacunación ha permitido inmunizar contra el covid-19 a más de 60.000 personas, tal y como reseño con posterioridad la ministra, que visitó por la tarde, acompañada por el titular de la Consellería de Sanidade de la Xunta de Galicia, Julio García Comesaña, un centro de vacunación habilitado en la ciudad de Pontevedra. En él, dos equipos de la Brigada Galicia VII colaboran con el personal sanitario para inmunizar a personas vulnerables, mientras que un tercer equipo se desplaza de manera itinerante por residencias de mayores y domicilios particulares.