Así se hizo la mayor restauración del botafumeiro de la Catedral de Santiago

El botafumeiro es uno de los símbolos de la Catedral de Santiago. Este icono es uno de los elementos protagonistas en el interior del templo que ha sufrido el desgaste propio del paso del tiempo y el uso.

El año pasado se restauró el mecanismo que permite el funcionamiento del botafumeiro como parte del programa de recuperación del patrimonio. A través de un vídeo a modo de reportaje de unos 15 minutos, expertos explican todo el proceso de restauración, que duró varios meses.

Esta singular pieza se ha sometido a varias actuaciones en diferentes ocasiones, pero esta restauración puede considerarse la más completa realizada desde su creación en 1604.

La pauta general fue la de devolver los elementos dañados o alterados a su conformación y apariencia original allí donde era posible, e introducir los elementos nuevos imprescindibles para asegurar su resistencia y estabilidad. Con este enfoque, se retiraron los chapones de refuerzo de los discos exteriores de los tambores, se restauraron sus discos rotos y se introdujeron discos interiores de refuerzo; se hizo una guía nueva y se restauraron las demás.

El eje de acero se enderezó, se acuñó dentro del de madera, y sus extremos se tornearon; se fabricaron nuevos cojinetes mejor ajustados y se introdujeron casquillos como topes a su desplazamiento lateral. Se eliminaron los repintes sobre la madera y se logró recuperar la policromía histórica del siglo XVIII.

El mecanismo que permite el funcionamiento del botafumeiro, denominado ingenio, fue ideado por el aragonés Juan Bautista Celma en 1602 y es el mismo que sigue impulsando el botafumeiro. Se encuentra situado en un armazón elaborado a modo de cimbra de hierro, apoyado en las cuatro columnas principales del crucero de la catedral, y está compuesto principalmente por un eje y dos tambores que unidos solidariamente giran en ambos sentidos para impulsar al botafumeiro en su vuelo.