Raia y retornados hacen de Ourense la provincia más multicultural
Ocho de los diez municipios gallegos con más extranjeros son de Ourense, provincia con más kilómetros de frontera
La inmigración es un fenómeno en auge en la provincia y Galicia, otrora un territorio marcado por la emigración de sus habitantes hacia otros destinos de Europa o Sudamérica. Esta tendencia se ha revertido y el saldo migratorio con el exterior suma ya seis años en positivo en Ourense y el resto de la comunidad, hasta el punto que la población extranjera representa el 4,25% del total gallego. Dentro de este proceso, la provincia se posiciona como la más multicultural de la comunidad, con una proporción de foráneos que alcanza el 5,26%, frente al 5,07% de Lugo, el 4,03% de Pontevedra y el 3,92% de A Coruña. La comunidad venezolana es la más grande en la provincia, a la que aportan 7.467 vecinos (efecto retornados), seguida por la portuguesa (6.055) y la suiza, con 2.974 habitantes, como efecto del retorno migratorio.
Los foráneos no pueblan la provincia de manera uniforme y en determinados concellos se dispara la proporción. Los casos más destacados son Oímbra, Carballeda de Valdeorras y A Mezquita, los tres con tasas de extranjeros superiores al 13%, máximos de Galicia. La cuarta posición es para Burela (Lugo), con un 11,4%. De los 10 concellos gallegos con más extranjeros, ocho son de Ourense y, de estos, seis están en la Raia.
Ourense es la provincia española con más frontera con otro país (219 kilómetros), por delante de los 77 de Pontevedra en Galicia, y también de la siguientes provincias españolas más fronterizas como Cáceres (209) o Badajoz (207), como acredita el Instituto Geográfico Nacional. Pero, además de la Raia, el bum de descendientes de emigrantes instalados en la provincia da un plus. De hecho, los nacidos en el extranjero suponen el 12,4% de los vecinos de la provincia, también la cifra más alta de Galicia, aunque gran parte tienen nacionalidad española por el carácter de retornado.
“A convivencia é moi boa”
A pesar de que la tienen a unos escasos tres kilómetros, los vecinos de la capitalidad de Oímbra le conceden muy poca importancia a la frontera con Portugal, ya que no ven diferencia alguna con el país luso, de donde proceden muchos de sus amigos, compañeros de trabajo y familiares. Este territorio de la comarca de Monterrei es el municipio más multicultural de toda Galicia, con un 16,8% de extranjeros, que encontraron al otro lado de la “raia” su hogar.
Antonio dos Anjos cambió su Chaves natal por Oímbra hace 24 años, por lo que ya domina la zona, sus costumbres y el idioma, algo que nunca supuso una barrera para él. En su nuevo hogar vive feliz, ya que encontró mejoras en su salario, en las condiciones de vida y “en todo”. También subraya la buena relación que mantiene con sus vecinos: “Aquí vívese moi ben, estou moi ben e non me arrepinto de ter vido a traballar e estudiar. A convivencia coa xente é moi boa”.
Ahora vive con su pareja, y ambos se dedican a trabajar en las fiestas durante el verano, por lo que ahora se encuentran en un momento de recuperación tras la escasa actividad de la pandemia. “A partir de setembro a cousa baixa, despois imos ás vendimas e ó que saia, ó xornal”, aseguró.
Con mucha frecuencia cruzan a Portugal, bien sea por trabajo o para hacer las compras, ya que destacan que los alimentos lusos son más baratos.
“El rural da mucha tranquilidad”
Ítalo Barassi, procedente de Santiago de Chile, llegó con su esposa y su hijo a A Mezquita en junio de 2021 en condición de retornado, porque su abuela era gallega. En el rural ourensano dice que se vive una “tranquilidad incomparable”: “Vinimos para darle a mi hijo más herramientas de las que Chile puede dar”.
Aunque forma parte del 14% de población nacida en el extranjero, Barassi acabó por integrarse dando clases de pandereta en A Mezquita, ya que formaba parte de la asociación folclórica Lar Gallego de Chile. “En Chile siempre nos decían ‘los gallegos’, y aquí somos ‘los chilenos’”, comenta.
Para el futuro, el capitalino acaba de empezar un proyecto de remodelación de un edificio público para convertirlo en una pastelería con servicio de comidas.
“Las francesinhas son tendencia”
Carballeda de Valdeorras, con una población extranjera del 14%, recibe la mayoría de sus vecinos foráneos del país luso, una comunidad que encontró su oportunidad de trabajo en la industra de la pizarra.
“Aquí a muchos no nos queda otra que trabajar en la cantera”, comenta Lidia Moráis, asentada en Carballeda desde los siete años. Al igual que su padre, también trabajó en la cantera, durante siete meses, concretamente en el proceso de embalado de la pizarra, que se almacena en las jaulas tras su extracción.
“Después tuve la oportunidad de conseguir la concesión de la cafetería del centro social”, relata, pues hoy es la gerente de este establecimiento. Liliana lleva ya 10 años en hostelería y afirma que sus francesinhas, emparedados portuenses, “son trending topic”.
La clasificación de concellos con más foráneos la lidera Oímbra, donde los inmigrantes representan ya el 16,85% del total. Este territorio, perteneciente a la comarca de Monterrei, hace frontera con Portugal, por lo que su relación con el país vecino siempre ha sido fluida y siempre hubo muchos trabajadores transfronterizos. De los 281 extranjeros que tiene el concello, el 97,5% (279) son lusos. La presencia de extranjeros viene en aumento desde 2017, aunque tuvo ya niveles más altos en el pasado, concretamente en 2014 y 2015, cuando la tasa se mantuvo en el 20,3%.
En Carballeda de Valdeorras, la población foránea llega al 14%, una cifra en retroceso que llegó a ser del 20% una década atrás. El país luso aporta el 82% de los extranjeros, una comunidad muy vinculada al potente sector de la pizarra, donde comenzaron a asentarse trabajadores portugueses hace más de 40 años. En 2009, había 320 vecinos lusos, ahora son 168.
En A Mezquita, su elevado censo de foráneos también está relacionado con su carácter fronterizo. Cuenta con un 13,8% de habitantes nacidos en otros países, un total de 139 foráneos, de los que 127 (91%) son portugueses Tuvieron mayor representación en el pasado, como en 2012, cuando eran 245. A partir de ese año, cuando la economía del país atravesaba una de sus mayores convulsiones recientes con una tasa de paro del 25%, los portugueses volvieron a hacer las maletas.
En general, la presencia de lusos en la provincia está muy marcada por los vaivenes económicos y presenta una relación inversa con los niveles de paro. La gran crisis iniciada en 2008 marcó un antes y un después en este sentido, y a medida que el desempleo comenzaba a trepar hasta alcanzar su máximo en el primer trimestre de 2013 (27%), Ourense dejó de ser tan atractivo para los vecinos lusos.
La relación de la provincia con el país vecino es especial, y los habitantes lusos se asientan más en Ourense, ya que otros concellos fronterizos, como Tui, apenas cuentan con el 6% de extranjeros.
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