Valença vota entre el cansancio de la pandemia

Ciudadanos portugueses, ayer, votando en el colegio electoral de Muralhas do Minho, en Valença.

Cansancio por una pandemia que parece no tener fin, y que en Portugal obligó a decretar varios confinamientos -el último, en la primera semana de enero-, e incertidumbre por la situación económica, en medio de una de crisis mundial y en un país que no ha conseguido aprobar sus presupuestos generales, lo que ha llevado a su presidente, Marcelo Rabelo de Sousa, a disolver el Parlamento. Este es el contexto en el que se celebraron ayer las elecciones generales de las que saldrá el próximo primer ministro y al que los dos principales partidos, el del actual mandatario luso, el socialista António Costa (PSP), y el conservador Partido Social Demócrata (PSD), llegaban prácticamente empatados tras lograr los últimos remontar en los sondeos.

La jornada electoral en la vecina Valença do Minho se desarrolló con total normalidad y aparente apatía. No obstante, Diego Mata, presidente de la Junta de Freguesia Valença, Cristovo Côvo e Arão (el equivalente al alcalde pedáneo) ya advertía a media mañana que la participación, tradicionalmente baja, podría aumentar. “Hay una buena afluencia que podría incrementarse por la tarde, ya que aquí las mañanas son muy frías y eso desanima venir al colegio electoral. Podríamos estar en el 50% de participación”, señalaba a este diario. “En este colegio suelen votar unas 2.000 personas”, añadió.

No se equivocaba. Finalmente, la participación rompió todos los pronósticos y superó a la de 2019, con un 45,66 % a las 16.00 horas.

A cuenta gotas, los votantes iban llegando al colegio electoral. La sensación de incertidumbre sobre los resultados era patente en todos ellos. “Hay muchas dudas sobre el futuro. Está todo muy dividido y eso no es bueno para el país", comentaba Alberto Pinheiro. “Lo que más preocupa es volver a retomar la vida social. Estamos cansados ya de esta pandemia y hay que recuperar la esperanza”, añadía Rosa Pinto.

Para los jóvenes, como Hugo Sousa, preocupa la falta de perspectivas de futuro, en un país donde el desempleo juvenil se sitúa en el 23,5%.

Las votaciones en este distrito de Valença, municipio que cuenta con un censo electoral de algo más de 4.600 personas -y donde en las recientes elecciones municipales el PSP consiguió arrebatarle la alcaldía a los conservadores-, se desarrollaron en el instituto de secundaria del complejo educativo Muralhas do Minho, muy cerca de la frontera con Tui. Trabajadores del centro y representantes de la freguesía se encargaban de orientar a los electores para que siguiesen el recorrido marcado hacia las cuatro mesas electorales dispuestas y mantener así el distanciamiento social.

Las personas con covid tenían un horario dispuesto para ellas: podían votar de 18.00 a 19.00 horas, momento en que se cerraron todos los colegios electorales, salvo en Azores, que lo hizo una hora más tarde (21.00 horas, hora española). Al cierre de esta edición todavía no se había producido ningún avance de los resultados.

António Costa gobierna Portugal desde 2015. En la última legislatura pasó de apoyarse en el Bloco de Esquerda, Partido Comunista y Los Verdes a alinearse con el centroderecha. La duda de estos comicios es saber si se producirá una subida de los partidos más conservadores y si estos se apoyarán en la extrema derecha del Chega para gobernar.

HABLAN LOS VECINOS DE VALENÇA DO MINHO

Diego Mata.