La ley de protección de salud de los menores llega al pleno

Prohíbe vender vapeadores y bebidas energéticas a menores al equipararlos al tabaco y alcohol

Un joven mira la sección de bebidas energéticas en el supermercado.
Un joven mira la sección de bebidas energéticas en el supermercado. | EP

El proyecto de ley de protección de la salud de los menores y prevención de conductas aditivas llega mañana al Pleno del Parlamento de Galicia para su aprobación definitiva. Una ley que prohíbe la venta de vapeadores y bebidas energéticas a menores al equipararlos al tabaco y alcohol.

A la iniciativa solo se le ha registrado una enmienda, del BNG, que solicita su devolución ante su “tremenda ambigüedad”, con una “sucesión de generalidades, sin concreciones”.

El Consello de la Xunta aprobaba a finales de julio el proyecto de ley, un texto que convierte a Galicia en la primera comunidad en regular y prohibir la venta y el consumo de estos productos entre los menores de edad.

La iniciativa incorpora diferentes aportaciones de sectores implicados, de organismos públicos, de entidades sociales y de la ciudadanía.

En palabras del conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, tras el debate de la proposición en la reunión del Consello, se trata de una norma “necesaria, valiente y ambiciosa” con la que buscan una acción “coordinada” de toda la sociedad para proteger la salud de los menores.

Enfoque transversal

En su intervención, el conselleiro explicó que la norma parte de un enfoque integral y transversal, que aborda “tanto adicciones con sustancia como sin sustancia (juego, tecnologías...)” y combina la prevención, la promoción de la salud con el control de la oferta.

El proyecto de ley prohíbe la venta de cigarrillos electrónicos a menores y amplía la prohibición de fumar a los accesos de los centros de la administración pública, centros educativos y sanitarios, en los que no se permite fumar en un radio de 50 metros.

Además, para reducir el número de fumadores pasivos, tampoco estará permitido fumar en las marquesinas de transporte público ni en las piscinas de uso público.

La Xunta señaló que las bebidas energéticas que contienen 32 mg o más de cafeína por cada 100 ml y otros ingredientes estimulantes equivalen a beber tres cafés, lo que se considera excesivo para menores. En adolescentes, ingestas superiores a 60 mg pueden afectar al sueño y, a partir de 160 mg, pueden surgir alteraciones psicológicas, además de trastornos cardiovasculares.

Contenido patrocinado

stats