Fiscalía revisa los casos de Vigo de maltrato por el fallo de las pulseras
Ni el juzgado especializado ni el Ministerio Público tienen constancias de denuncias de víctimas en materia de quebrantamientos relativas al funcionamiento de dispositivos
La Fiscalía provincial de Violencia sobre la Mujer ya está revisando caso por caso y examinando las sentencias desde febrero de 2024 sobre maltrato, atendiendo a una instrucción de la Fiscalía General del Estado y que se extiende a todo el territorio autonómico. Así lo confirmaron ayer fuentes fiscales que aseguraron que hasta la fecha no se tiene constancia de denuncias de víctimas por quebrantamiento de medidas cautelares debido al fallo en los dispositivos.
Tampoco la tienen en el juzgado vigués especializado, donde las incidencias son habituales, ya que el sistema avisa cada vez que salta una alarma, bien porque es una situación real de aproximación del maltratador bien porque se haya producido algún fallo sin especificar y que solo se puede conocer cuando las propias partes informan.
El problema advertido en la memoria fiscal se refiere en concreto a incidencias por la migración de datos con el cambio de compañía encargada de estos dispositivos y que pondrían en riesgo comprobar un quebrantamiento.
La fiscal delegada de Violencia contra la Mujer en Galicia concretó que sí se tiene constancia de incidencias pero debido al funcionamiento en sí mismo de los aparatos, que hacen saltar la alarma sin que se produzca un quebrantamiento. Se trata de los mismos fallos sobre los que llevan años alertando en Vigo los sindicatos policiales y que llegan al juzgado de la ciudad, como son que el aparato del GPS se quede sin batería, la separación del brazalete o tobillera del localizador, el aceramiento a las zonas de prohibición por motivos de trabajo o salud del agresor o entrada de forma habitual en lugares sin cobertura.
Todas esas incidencias se reciben en Fiscalía, también en el juzgado, se estudian y se decide si la incidencia es o no relevante y si hay riesgo para la víctima. Si lo hay se pide la comparecencia del agresor, también cuando este no cargue la batería de forma reiterada. Los problemas con las pulseras hacen que no sea una medida muy utilizada por el juzgado especializado vigués, confirmaron fuentes judiciales, optando si fuera necesario por la prisión. De hecho, en la actualidad, menos de una decena de mujeres de las más de 600 con protección.
La comisión de Policía Judicial detectó el problema
Lo ocurrido el año pasado con la itinerancia de datos en las pulseras antimaltrato fue detectado también por la comisión provincial de coordinación de la Policía Judicial, en una reunión del mes de mayo. En dicha comisión, formada por jueces y fuerzas de Seguridad del Estado, se puso sobre la mesa las incidencias de las pulseras, las habituales similares a las que citó la Fiscalía, que en esta ocasión coexistieron con la migración de datos, algo que se señaló en dicho informe y que se trasladó al Tribunal Superior de Xustiza, tal y como informaron fuentes del alto tribunal gallego.
Estos dispositivos son mecanismos que se adoptan para garantizar el cumplimiento de una pena o una medida cautelar, en la que se prohíbe el acercamiento del agresor a la víctima. Además, actualmente siempre se exige en casos de agresión o abuso sexual al considerar que se trata de una situación de riesgo, explicaron desde Fiscalía. El dispositivo suena cuando se vulnera la medida y de forma automática avisa a los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado.
Según explicaron fuentes jurídicas, se han detectado situaciones en las que la mala colocación del dispositivo ha hecho que el agresor pueda desprenderse de la pulsera al no estar bien adaptada.
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