Las entrañas de la central ourensana que logró sacar a España del apagón

Ponte Bibei, enclavada en una caverna a 300 metros de profundidad, fue el motor que devolvió la luz al eje Galicia-León

Interior de la caverna, a más de 300 metros de profundidad, con los generadores, en color azul, que resucitaron el sistema eléctrico del noroeste español.
Interior de la caverna, a más de 300 metros de profundidad, con los generadores, en color azul, que resucitaron el sistema eléctrico del noroeste español. | Marcos Atrio

A más de 300 metros bajo la montaña en el Macizo Central ourensano se encuentra uno de los secretos mejor guardados de la provincia de Ourense. A través de una carretera secundaria serpenteante del municipio de Manzaneda, y tomando una salida escasamente señalizada, se accede a la entrada al corazón de una de las cuatro centrales de España que resucitaron el país tras el gran apagón -o “cero energético”- producido el pasado 28 de abril en la Península Ibérica.

La central hidroeléctrica de Ponte Bibei, en Manzaneda, operada por Iberdrola, fue la primera de todo el noroeste español en reiniciarse, y estaba ya a pleno rendimiento y a disposición de Red Eléctrica apenas media hora después del “blackout”. Gracias a ella, se empezaron a alimentar el resto de centrales, que fueron poco a poco conectándose al sistema.

Al tener arranque autónomo, pudo reactivarse y reconectarse al sistema al resto de centrales del noroeste español

Para acceder a este búnker, el coche transita por un oscuro túnel de más de medio kilómetro -también se puede acceder desde la subestación en viaje en ascensor por el interior de la montaña durante un cuarto de hora-. Se trata de una central subterránea, escondida en una caverna a 300 metros de profundidad en la montaña. Allí alberga cuatro turbinas principales, que lideraron la recuperación debido a que es una de las pocas centrales de “arranque autónomo”.

Ponte Bibei es una central de bombeo en caverna que forma parte de los aprovechamientos hidroeléctricos de Iberdrola en la cuenca del río Sil, bebiendo en este caso directamente del Bibei. El salto hidroeléctrico se puso en servicio en los años 60, tiene casi 300 MW de potencia instalada y fue desde los 60 la mayor central hidroeléctrica de Galicia hasta que en 2012 fue superada por Santo Estevo, también de Iberdrola.

Ponte Bibei tiene una producción anual de 610 GWh, lo que equivale al consumo de 185.000 hogares y fue la primera central de bombeo de Iberdrola en toda España.

Este búnker antiapagones jugó un papel determinante en el regreso de la luz a España, junto a las de ciclo combinado de gas y la energía recibida de países vecinos como Francia y Marruecos.

Media hora después del "cero energético", las cuatro turbinas de la central de Manzaneda ya estaban a pleno rendimiento

La central subterránea tiene cuatro turbinas principales atrincheradas en una caverna, de 71MW de potencia cada una, para un caudal de turbinación de 22 m³/s y con un salto de más de 300 metros, a través de un entramado de tuberías a través de galerías subterráneas de 303 metros de profundidad. Tiene doble función, ya que a una de las turbinas se le acopla un rodete doble, como bomba de 64 MW de potencia, que permite bombear el agua, subiendo 19 m³/s desde el embalse de Montefurado hasta el de O Bao, lo que permite que funcione como gran almacén energético en momentos de baja demanda.

El arranque en solo media hora que Ponte Bibei tuvo el pasado 28 de abril no fue casual. Había un protocolo estatal diseñado -con simulacros periódicos incluidos- para estos casos de emergencia que consiste en, primero, poner en marcha las centrales con arranque autónomo para después alimentar los servicios auxiliares de las demás centrales hidroeléctricas. Ponte Bibei es la central gallega que, según los protocolos, tiene encomendada esa labor de ser el punto de reposición del sistema eléctrico en el eje Galicia-León cuando hay un apagón general.

Lo primero que hay que entender es que la práctica mayoría de las centrales que producen energía necesitan también energía para comenzar el proceso, como un coche, que necesita batería para arrancar. Tan solo algunas hidroeléctricas como Ponte Bibei cuentan con arranque autónomo. Es decir, pudieron reiniciarse solas y permitieron ese fatídico 28 de abril que Red Eléctrica de España fuese reconectando a sus líneas.

Como la red eléctrica está dividida en ejes, el arranque se hizo en isla en todo el país. Ponte Bibei lideró el arranque en el eje Galicia-León; Duero-Francia fue reiniciada por Aldeadávila (Salamanca); Tajo-Centro, que fue Alcántara (Cáceres); y la zona Mediterráneo, que fue La Muela (Valencia).

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