El doble parricida de Moraña acepta la prisión permanente

Galicia

David Oubel será el primer condenado al que se le aplica la reciente modificación del Código Penal

AGENCIAS pontevedra

Publicado: 06 jul 2017 - 11:08 Actualizado: 06 jul 2017 - 15:26

Oubel, custodiado por tres agentes, a su llegada a la sede de la Audiencia de Pontevedra.
Oubel, custodiado por tres agentes, a su llegada a la sede de la Audiencia de Pontevedra.

David Oubel, el parricida confeso de Moraña (Pontevedra), aceptará la prisión permanente revisable por el asesinato de sus hijas, tras confirmar su abogado que se muestra "conforme" con todas las conclusiones del fiscal, incluida la petición de condena. El letrado, en la lectura de su informe final, explicó que esta conformidad se produce "al haberlo manifestado así" el acusado en el juicio oral y hacerlo "de manera libre" y tras haber "pedido perdón" y haber manifestado que "se arrepiente" de haber cometido el crimen.

Inicialmente, la estrategia de la defensa era alegar que su cliente había sufrido un "trastorno mental transitorio" que le haría inimputable por estos dos asesinatos, pero la confesión de Oubel en la primera jornada del juicio ha obligado a mostrar su conformidad con los hechos relatados por el fiscal y la acusación particular.

El fiscal, por su parte, destacó en su alocución al jurado que más allá de la "categórica" confesión del parricida las pruebas contra él son "contundentes" y demuestran que "en ningún caso" tenía afectadas sus facultades mentales y que todas sus acciones fueron "premeditadas". Tras calificar el crimen como una "ejecución", el representante del ministerio público ha señalado que las posibilidades de defensa de las niñas eran "prácticamente nulas" al estar sedadas y "enfrentarse" a una sierra radial.

Primer condenado

El jurado comenzará a deliberar su veredicto hoy, un trámite que se espera que sea breve tras aceptar el abogado defensor, en nombre de Oubel, ser condenado a la prisión permanente revisable. El parricida de Moraña, si se cumplen estas previsiones, será el primer condenado en España al que se le aplica la modificación del Código Penal.

La segunda jornada del juicio arrancó con la declaración de los forenses que examinaron a David Oubel tras haber matado a sus dos hijas y que acreditaron que no padece ningún trastorno psiquiátrico, explicando el crimen estaba "pensado y premeditado" y no puede catalogarse como un acto "impulsivo o descontrolado".

Oubel presenta, según confirmaron los expertos, rasgos de personalidad "narcisista" o "psicopática" y una autoestima "muy elevada", pero coincidieron en que el parricida confeso no sufre ningún trastorno de la personalidad ni tampoco una patología psiquiátrica grave. A preguntas del fiscal, los forenses explicaron que David Oubel presentó en todo momento una actuación "poco empática" pese a la relación paterno-filial, demostrando un comportamiento "frío y distante".

Los psicólogos certificaron que el acusado actuó con "premeditación", algo que demuestra, según explicaron, el cuidado que mostró al comprar la sierra radial con la que mató a sus hijas. Añadieron que, tras haber cometido el crimen, no mostró angustia ni arrepentimiento.

La hija mayor fue atacada hasta en diez ocasiones antes de morir

David Oubel realizó "hasta diez acometidas" con una sierra radial y un cuchillo para acabar con la vida de una de sus hijas, Candela -de 9 años-, después de que la menor "intentara escapar", según los forenses que realizaron la autopsia a los cadáveres de las dos niñas. Los especialistas señalaron ante el jurado que el cuerpo de Amaia, de 4 años, tenía una lesión "prácticamente única" y no presentaba señales de lucha o de huida, a diferencia de su hermana mayor, que sí intentó escaparse.

La niña tenía solo una muñeca atada con cinta americana por lo que "parece que ella misma logró soltarse parcialmente", al no haberle hecho efecto la cantidad de droga suministrada por su padre tanto a ella como a su hermana. Las lesiones que presentaban son "compatibles" con el uso de una sierra radial y un cuchillo y los forenses calificaron el ataque como un "degüello", al centrarse prácticamente en el cuello de las niñas.

Ambas menores tenían restos de dos fármacos, uno conocido como Transilium y otro un relajante muscular, ingeridos por vía oral con "poco tiempo" de margen entre su consumo y la posterior muerte. La pequeña Amaia apareció sobre la cama cubierta con una manta y su hermana Candela en el suelo boca abajo entre dos camas en otra habitación y la conclusión del informe forense es que el parricida primero mató a la pequeña y luego a la mayor.

Uno de los elementos que le llevan a esa conclusión es que en la sierra radial utilizada para matarlas apareció un trozo de tela que faltaba de la ropa de esta niña. Los forenses concluyen que "se entiende que la sierra se atascó con este trozo de tela y es cuando se deja de usar" y luego empezó a atacarla con un cuchillo hasta matarla.

Oubel fue localizado dentro de una bañera llena de agua y con una botella de ginebra y pastillas al lado, en un aparente intento de suicidio. n

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