El Arenteiro, el Avia y el Arnoia tienen el caudal más bajo de la última década

galicia

"Para recuperar la normalidad tendrían que caer 15 l/m2 diarios en septiembre", dice Carlos Ruiz, técnico de la CHMS

BRAIS IGLESIAS. ourense localad@atlantico.net

Publicado: 02 sep 2017 - 04:00 Actualizado: 03 sep 2017 - 02:08

El río Arnoia, con el cauce casi vacío, a su paso por el concello de A Arnoia.
El río Arnoia, con el cauce casi vacío, a su paso por el concello de A Arnoia.

n n n Tres de los principales ríos de la cuenca hidrográfica Miño-Sil en la provincia, Arenteiro, Avia y Arnoia, han registrado su caudal circulante más bajo de todos los meses de agosto de la última década. La falta de precipitaciones persistentes es la principal razón de la falta de llenado fluvial, ya que la provincia está viviendo el año más seco desde 1999, con 695 litros por metro cuadrado de precipitaciones, un 37% menos que el promedio histórico, situado en 1.096,9.

"Cuanto más tiempo haya ausencia de precipitaciones, más se agravará el problema", señala Carlos Ruiz del Portal, técnico de Planificación Hidrológica de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS). La solución "no es inminente", aclara. Los 42 litros por metro cuadrado caídos durante este mes de agosto no son suficientes. "Para recuperar la normalidad en el año hidrológico que termina en octubre, deberían caer 15 l/m2 diarios durante todo el mes de septiembre", asegura.

Los registros de la CHMS son tajantes. Si el mes de septiembre no trae una cantidad "normal" de lluvias, este año podría convertirse en el más seco desde 1982, cuando comenzaron las mediciones de la institución.

Los ríos Arenteiro (a su paso por O Carballiño), Avia (en Leiro y Ribadavia) y Arnoia (A Arnoia) son los que más están padeciendo esta situación de sequía meteorológica, ya que acumulan la menor cantidad de agua circulante en un mes de agosto de los últimos diez años, algo que Ruiz atribuye "a que la provincia vive prácticamente el año más seco de la serie histórica".

DATOS DE AGOSTO

El río que más se resiente es el Arenteiro, a su paso por O Carballiño, que pierde tres cuartas partes del caudal circulante de agosto de2008, al pasar de los 0,43 metros cúbicos por segundo a los 0,10 registrados este año. También sufre el Arnoia, que cae desde los 0,89 a los 0,42 actuales. Ambos ríos registraron el mes que acabó ayer su valor mínimo estival de los últimos 10 años, al igual que el río Avia que, a su paso por Leiro, almacena 0,80 metros cúbicos por segundo, cuando en otros meses de agosto, como en 2012, eran 8,81. En Ribadavia, el Avia registra 1,15, muy por debajo de las cifras de los últimos cinco años, que se movían entre los 5 y 6 m3/s.

Hay cuatro veranos que acumulan caudales bajos, coincidentes con los de menor número de precipitaciones. Este 2017 ha sido el segundo con menos agua en circulación por los ríos de la provincia, con una media de caudal circulante de 77,42 m3/s cada mes.

La primera posición la ostenta 2011, con una media de 64,3 que, sin embargo, se encontró condicionado por la poca aportación hídrica procedente ese verano del embalse de Belesar, que fue vaciado por Gas Natural Unión Fenosa con el fin de ampliar su central hidroeléctrica. Más atrás están el 2015 (con 110) y 2012 (con 122).

CONSECUENCIAS

Los caudales bajos en los ríos de la provincia, como los que se registran en la actualidad, "afectan a la calidad del agua y al ecosistema y la biomasa", indica Ruiz del Portal. Unido a esto, la aparición de problemas de abastecimiento es otra de las consecuencias, sobre todo en los núcleos que captan de arroyos, o pozos subterráneos, por lo que Ruiz alerta del "impacto social y económico" que conllevaría que siga sin haber "lluvias persistentes".

Lo más preocupante, afirma Ruiz, es que "los vertidos se diluyen peor al haber menos caudal en circulación, y el agua se contamina con mayor facilidad". Algo como lo que pasa en el Barbaña, en el entorno de la depuradora de San Cibrao, donde la carencia de agua favorece la aparición de espuma tóxica, o en el Barbañica, donde ya han aparecido peces muertos este verano por la falta de líquido.

La lluvia que cae "va a los caudales de los ríos y, en parte, se infiltra en el subterráneo y se queda en la vegetación, por lo que influye también en manantiales y acuíferos", añade. Pese a todo, "el 75% de los ríos de la provincia" se encuentra en "buen estado ecológico", concluye. n

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