Menos alumnos gallegos con móvil, mejor clima en las aulas

La V Encuesta de diagnóstico de la convivencia en los colegios de Galicia, impulsada por el Consello Galego, aporta una completa “radiografía” de cómo han evolucionado en los últimos diez años las relaciones entre los alumnos de Primaria, Secundaria y la ESO, así como en los ciclos de formación no obligatoria. La penetración de los teléfonos móviles y los cambios en los hábitos de consumo son claves a la hora de sacar conclusiones. “A pesar de que los hábitos cambiaron con la irrupción de las nuevas tecnologías, se constata una mejora del clima en las aulas”, ha señalado el conselleiro de Educación, Ciencia, Universidades e FP, Román Rodríguez.

Tras obtener 44 millones de datos de las respuestas de 150.000 familiares, docentes y alumnos, una de las conclusiones más significativas es que el 75% del alumnado de 5º y 6º de Primaria y de la ESO dispone de un teléfono inteligente y la mayoría se conecta a internet “prácticamente a diario”. Roberto Estévez, psicólogo especializado en adolescentes, relata que lo primero que les pide “es que saquen su móvil y miren cuánto tiempo dedican a navegar. La media es de seis horas al día, hasta ellos se sorprenden”. Desde los centros se reportan conflictos de distinto calado, pero hasta un 88% de los consultados afirmó que los incidentes son “puntuales o no suponen un problema representativo”.

“Vemos lo real, pero no conocemos la vida virtual de nuestros jóvenes, diría que hay un 80% que se nos pierde”, afirma el psicólogo especialista en adolescencia Roberto Estévez

Para ganar en control y en concentración se están tomando algunas medidas. En el colegio Maristas de Ourense los estudiantes dejan sus dispositivos en unas taquillas, “hay presión social para restringir su uso, pero hoy todo es tecnológico e interesa que se consuma tecnología”, recuerda Estévez.

La edad en que los niños consiguen su primer teléfono se retrasa ligeramente. El 46,51% del alumnado de 5º y 6º de Primaria (de 10 a 12 años) dispone de móvil, frente al 53,5% en 2023. Los expertos apuestan por retrasar más todavía la edad y en varias comunidades y países europeos se replantean aplazar el acceso a las redes sociales hasta los 16 años o incluso la mayoría de edad. “Debemos reforzar el concepto de autoridad y disciplina”, propone Estévez, “no hablo de tiranía, hablo de autoridad. Hoy todo vale y no existen figuras de autoridad, ocupan su espacio los influencers”.

“Barra libre" de conexión

El 68,7% del alumnado de enseñanza obligatoria y el 78,79% de la postobligatoria bucea en las redes habitualmente. A la exposición a situaciones de acoso en la red, los padres suman la preocupación por el acceso fácil a contenidos pornográficos y la confusión que genera en los menores entre el porno y el sexo. En este sentido, la encuesta refleja que el 79,6% del alumnado de enseñanzas obligatorias y el 64,69% postobligatorias afirma no haber entrado nunca o casi nunca en páginas de contenido pornográfico, “una respuesta esperable, pero entran, ¡claro que entran!”, replica Estévez, que recuerda que los padres “vemos lo real, pero no conocemos la vida virtual de nuestros jóvenes, diría que hay un 80% que se nos pierde”.