Adif alega falta de capacidad para prever riesgos en Angrois

Una experta en seguridad advierte de que no se les exige “una bola de cristal para poder ver el futuro”

Agencias

Publicado: 14 dic 2022 - 00:00

Señalización en la curva de Angrois donde ocurrió el accidente.
Señalización en la curva de Angrois donde ocurrió el accidente.

El juicio del accidente del tren Alvia continuó ayer tras el parón por el puente de la Constitución con una jornada de carácter técnico, en la que estuvieron presentes testigos-peritos relacionados con la puesta en servicio de la línea 082 Ourense-Santiago. La primera en declarar fue Patricia Cabezudo Lago, trabajadora de la jefatura de certificaciones de la Subdirección de Sistemas de Control, Mando y Señalización de la Dirección de Seguridad en la Circulación de Adif en la época de la puesta en servicio de la línea.

Cabezudo afirmó que al realizar el análisis de riesgos se atienden “peligros razonablemente previsibles” y que no se les exige “una bola de cristal para poder ver el futuro”. Ante las preguntas de la Abogacía del Estado, Cabezudo señaló en relación a la exportación de riesgos al maquinista, y por ende al administrador ferroviario, que los maquinistas “participan en todo el proceso” y que cuentan con mecanismos para hacerlo. Según su testimonio, al circular con Asfa, el riesgo de exceso de velocidad era “conocido por todos” y había cierto margen en la curva de Angrois ante un posible despiste.

Respecto al sistema Ertms desconectado en cabina, la testigo señaló que “dada la estructura de los túneles y viaductos” el sistema no era capaz de gestionar esa información y que por ello Renfe solicitó un cambio y “se modificó la infraestructura”, algo que es un proceso “habitual” y que demuestra que el análisis de riesgos se realizó de forma continuada. Durante gran parte de su testimonio, Cabezudo repitió que la seguridad en la puesta en marcha de una vía “va por capas”, puesto que cada subsistema “tiene sus propias condiciones”.

Según declaró, sería “totalmente irresponsable” que “un único departamento” dictaminara la seguridad de una línea en su totalidad o que una vez construido un tramo pueda “aparecer alguien capaz de poner en duda el diseño”. También confirmó que la dirección “no llegó a conocer” el proyecto.

El subdirector de Sistemas de Control, Mando y Señalización de la dirección de Seguridad en la Circulación de Adif cuando se puso en servicio la línea, Ralf Shäfer, señaló en el juicio que el exdirector de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, nada tuvo que ver en la decisión de no incluir un informe independiente. Shäfer explicó que una de sus principales funciones era la elaboración de certificados de seguridad conforme a la normativa aplicable. El técnico participó, al igual que Patricia Cabezudo, en reuniones de seguimiento de los trabajos previos a la puesta en servicio de la línea Ourense-Santiago.

Shäfer confirmó las “discrepancias” que se produjeron entre el departamento de obras y el de dirección sobre la necesidad de que existiera un informe por parte de un evaluador independiente para el tramo de la línea. Según relató, en un primer momento pensaba que se trataba de un tramo “nuevo”, lo que sí habría obligado a realizar un análisis de riesgos independiente; pero que tras confirmar con la dirección de Obras, tomaron la decisión de aplicar solamente “el decálogo”. Además, remarcó que en todo el proceso “no se informó previamente” a Cortabitarte ni tampoco se pidió su opinión.

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