Teresa Romero ofrece donar su sangre "hasta quedarme seca"

ESPAñA

Teresa Romero, emocionada durante la rueda de prensa, recibe el cariño de su marido, Javier Limón.

AGENCIAS

Publicado: 06 nov 2014 - 10:05 Actualizado: 06 nov 2014 - 13:08

Teresa Romero, emocionada durante la rueda de prensa, recibe el cariño de su marido, Javier Limón.
Teresa Romero, emocionada durante la rueda de prensa, recibe el cariño de su marido, Javier Limón.

n n n Después de un mes en una situación comprometida, entre la vida y la muerte, Teresa Romero, la auxiliar de enfermería oriunda de Becerreá que venció el ébola, descansa ya en su pueblo de Becerreá, en la montaña de Lugo, donde en la tarde de ayer fue recibida por una gran nube de cámaras de televisión, fotógrafos y reporteros.

A la humilde vivienda en la que reside su madre, Jesusa Ramos, ha accedido por la puerta de atrás, acompañada por su marido, Javier Limón, quien ha insistido en el aviso de que ella necesita descansar tras recibir el alta y haber comparecido públicamente en Madrid para explicar cómo se encuentra.

La emotiva jornada para Teresa Romero se iniciaba por la mañana con el alta y la rueda de prensa que ofreció acompañada de su marido, Javier Limón, y de un grupo de compañeros. Mientras se dirigía al salón de actos del Hospital Carlos III, sentada en silla de ruedas, fue aplaudida por trabajadores del centro. Ya en la sala, otro grupo de empleados también la ha recibido con sonoros aplausos y al grito de "¡Vamos Tere!"

La auxiliar gallega aseguró que no sabe lo que falló para resultar contagiada por el virus del ébola y subrayó que su curación, que agradeció a Dios, al Apóstol Santiago y al personal médico, demuestra que España tiene "la mejor sanidad del mundo" y un "personal abnegado" que, pese a la "nefasta dirección política", es capaz de "obrar milagros", no obstante, aseguró que no guarda "rencor".

espera que sirva para "álgo"

Romero, que reconoció que aún está "débil" y pidió "tranquilidad", señaló que espera que su contagio sirva para "algo", para "investigar la enfermedad" y mostró su agradecimiento a la hermana Paciencia Melgar, quien donó su plasma sanguíneo para que ella fuera tratada. La auxiliar se ofreció asimismo para ayudar con su sangre a otras personas: "Aquí estoy hasta quedarme seca. Me ofrecí voluntaria para ayudar aún a riesgo de mi vida pero sinceramente no ha sido en vano", comentó Romero.

Romero terminó su comparecencia visiblemente emocionada para dar la palabra a su marido, Javier Limón, que lamentó el sacrificio de su mascota "Excalibur", que fue "ejecutado" sin ninguna posibilidad de alegar. "Era como el hijo que nunca hemos tenido", insistió Limón, quien recalcó que se perdió una oportunidad "científica" con su sacrificio (en referencia a la posible incidencia en los perros) y que se demostró en el caso de Estados Unidos que no era necesaria su muerte. En este sentido, agradeció la ayuda recibida de los amantes de los animales, aunque finalmente haya sido "estéril" para impedir la muerte del perro.

Por su parte la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, envió un mensaje de apoyo y cariño a Teresa Romero y a su familia, porque su curación era "la prioridad" del Gobierno, y le muestra el agradecimiento por su labor en la atención a los dos religiosos repatriados infectados por el virus. Asimismo, la ministra reconoció la labor de "todos aquellos profesionales que día a día trabajan en nuestro magnífico sistema sanitario para preservar la vida de los ciudadanos, aun poniendo en riesgo su salud"

EL CONTAGIO CON EL GUANTE

El Hospital La Paz-Carlos III explicó ayer que habían decidido comunicar la información que dio Teresa Romero sobre la posible causa de su contagio de ébola, en alusión al hecho de que pudiera rozarse con la cara con un guante tras tratar al misionero Manuel García Viejo, ante la preocupación que había entre los profesionales y la sensación de alarma en la sociedad por el desconocimiento de los motivos por los que desarrolló la enfermedad. Así lo detalló el gerente del Hospital La Paz-Carlos III, Rafael Pérez-Santamarina, durante la rueda de prensa que ofreció el equipo médico. Para el responsable de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, José Ramón Arribas, Teresa Romero recibía el alta hosptialaria con la confianza de que la paciente no supone ningún riesgo de contagio por el ébola.n

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