Sánchez y Feijóo, en lucha por los votos de las clases medias
En un contexto de crisis económica, ambos líderes entran ya en una “precampaña” electoral
En un contexto de crisis económica, y cuando queda aún más de un año para las elecciones generales, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, luchan por atraer a las clases medias y trabajadoras, tensionadas por el encarecimiento de la vida.
Tras la irrupción de la invasión de Ucrania, ante una economía “de guerra” y con los comicios andaluces en el retrovisor, PSOE y PP modulan sus mensajes de cara a un curso marcado por las elecciones autonómicas y locales de mayo, punto de inflexión antes de las generales de diciembre de 2023. Feijóo lidera las encuestas y la coalición de Gobierno se enfrenta a la desmovilización de su electorado, patente en el último barómetro del CIS, de julio, en el que solo el 63 % de quienes apoyaron a PSOE y Unidas Podemos volvería a hacerlo, una cifra que contrasta con el 86,9 % de los populares que sí votaría al PP.
El 61,5 % de los votantes en España se considera clase media o clase media-baja; sólo un 4,8 % se autoubica como clase media alta, y la etiqueta de clase trabajadora la emplea un 10,3 % de los votantes.
VARAPALO ANDALUZ
En este contexto, el presidente del Gobierno respondió al varapalo andaluz con medidas netamente de izquierdas, como topar precios o anunciar nuevos gravámenes a la banca y las eléctricas. Y en el verano ha puesto en marcha una nueva dialéctica: la “gente” frente a los “poderosos”, junto a los que coloca al PP.
Amparado bajo esta idea, el PSOE ha lanzado la campaña “El Gobierno de la gente”, en la que Sánchez protagonizará una treintena de actos a pie de calle por toda España. El líder socialista ha verbalizado de distintas maneras las críticas a Feijóo, de quien ha dicho que es “dócil ante los intereses” de las grandes empresas que, asegura, le han puesto al frente del PP, un partido al que sitúa junto a “la derecha económica y mediática” que se afana en defender “sus intereses minoritarios y particulares”, los de “unos cuantos poderosos”.
Fuentes socialistas indican que la meta es “desmontar al personaje Feijóo” por la imagen de moderación que proyecta entre ciertos sectores y que juzgan contraria a la realidad. Sánchez ha puesto en duda tanto su capacidad de gestión como sus intereses, al preguntarse si actúa con “insolvencia” o “mala fe”.
Glosan los socialistas el rechazo del PP al incremento del salario mínimo -aunque Feijóo se limita a reclamar un acuerdo con los empresarios- el no a la indexación de las pensiones con el IPC o el rechazo a la intervención del mercado energético. Tachan a Feijóo de “catastrofista y negacionista” y recuerdan que la receta de austeridad de la anterior crisis está ahora caduca.
Las alusiones a las grandes empresas completan el mensaje; Sánchez les ha dicho que no permitirá que se lucren con la crisis “por muy poderosas que sean, por mucho control que tengan ante algunos medios de comunicación, por muy estrechos que sean sus parentescos con tal o cual político o por muy ilustres que sean sus apellidos”.
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