Puigdemont convoca el referéndum de desconexión con España para el 1-0

desafío soberanista

La norma salió adelante en el Parlament con los 72 votos de los independentistas de JxSí, la CUP y el no adscrito Gordó

AGENCIAS barcelona

Publicado: 07 sep 2017 - 01:56 Actualizado: 08 sep 2017 - 02:25

Los miembros de la oposición, abandonando el pleno momentos antes de la votación de la ley.
Los miembros de la oposición, abandonando el pleno momentos antes de la votación de la ley.

nnn El pleno del Parlament aprobó ayer, a las 21,32 horas, la ley del referéndum con la que el Govern de Carles Puigdemont quiere convocar, organizar y celebrar una consulta sobre la independencia de Cataluña el domingo 1 de octubre. La Cámara dio luz verde a la norma con los 72 votos a favor de JxSí, la CUP y el diputado no adscrito Germà Gordó y las 11 abstenciones de SíQueEsPot, y no hubo votos en contra porque Cs, PSC y PP han abandonado el hemiciclo como señal de protesta contra la ley, cuyo decreto de convocatoria fue firmado y promulgado por el propio Puigdemont a última hora.

JxSí y la CUP sacaron adelante esta iniciativa pese a las varias advertencias que tuvieron en contra: el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió al Tribunal Constitucional que anule la tramitación y la Fiscalía Superior de Cataluña anunció una querella contra los miembros soberanistas de la Mesa.

El líder de JxSí, Lluís Corominas, defendió la aprobación de la ley: "Hoy no termina nada, hoy empieza todo", y aseguró que organizar este referéndum está amparado por los derechos fundamentales de los pueblos.

La diputada de la CUP Anna Gabriel defendió que, con la aprobación de la norma, Cataluña pasa de la autonomía a la soberanía, y puso en manos del Govern la responsabilidad de culminar el trabajo: "Si asumís vuestra responsabilidad, no tengáis duda de que la gente asumirá la suya yendo a votar". Pese a su voto favorable, el diputado no adscrito del Parlament Germà Gordó defendió que el Govern y las instituciones catalanas continúen dialogando con el Estado "para llegar a un acuerdo", y ha pedido cambiar la pregunta del referéndum para que no incluya el término "república".

los detractores

La líder de Cs, Inés Arrimadas, acusó a JxSí y la CUP de poner en riesgo la autonomía de Cataluña y les afeó: "Han pisoteado los derechos de una mayoría de ciudadanos representados en la oposición. ¿Qué concepto de democracia tienen?".

El líder del PSC, Miquel Iceta, aseguró que el Estatut es "la primera víctima" de la ley del referéndum porque supone un ataque directo a la legalidad catalana actual, y alertó de que la norma que da amparo legal a la consulta pone en riesgo la unidad civil en Cataluña.

El líder de SíQueEsPot, Lluís Rabell, defendió su abstención por la actitud del Gobierno del PP ante la demanda del referéndum, pero alertó de que JxSí y la CUP han asestado el "golpe más grave a la democracia desde el restablecimiento de la Generalitat" por cómo han tramitado la iniciativa.

El líder del PP, Xavier García Albiol, negó cualquier validez a lo que aprobó ayer la Cámara y advirtió a los soberanistas: "Todos ustedes saben que esta ley no entrará en vigor jamás y que el referéndum no se celebrará porque es un ataque a la democracia y a la libertad".

La ley del referéndum no figuraba en el orden del día del pleno, pero JxSí y la CUP forzaron su inclusión con una polémica maniobra que indignó a los partidos de la oposición, que consideran que sus derechos se vieron completamente cercenados.

JxSí y la CUP impusieron con sus votos que la ley se haya aprobado en un único pleno, con apenas tres horas para presentar enmiendas y negando la posibilidad de que la oposición pudiera presentar un recurso contra el texto en el Consell de Garanties Estatutàries para que este órgano analizara la legalidad de la norma. La imposibilidad de presentar una solicitud de dictamen centró gran parte del debate: si se hubiera permitido presentar un recurso, la aprobación de la ley debería haberse pospuesto un mes y el referéndum no se habría podido celebrar el 1 de octubre.

Durante la jornada también destacó la posición de los letrados: se desmarcaron de la decisión de los soberanistas de tramitar y aprobar la ley y les advirtieron de que con su decisión supone desobedecer al Tribunal Constitucional. n

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