“El Pollo Carvajal”: tres años escapando a una extradición

Estados Unidos reclama su entrega para juzgarlo por narcotráfico y su relación con las FARC

AGENCIAS

Publicado: 07 ago 2022 - 00:20 Actualizado: 07 ago 2022 - 00:21

Hugo Armanda Carvajal, en una declaración en la Audiencia Nacional.
Hugo Armanda Carvajal, en una declaración en la Audiencia Nacional.

Huyó de la Venezuela de Nicolás Maduro en febrero de 2019 y en abril fue detenido al aterrizar en Madrid. Desde entonces, el exgeneral chavista Hugo Armando Carvajal, conocido como “El Pollo Carvajal”, ha tratado por todos los medios -incluso la fuga- de evitar su extradición a Estados Unidos.

Los recursos a las resoluciones desfavorables -que ya han llegado hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos-, sus confesiones sobre una supuesta financiación ilegal en Podemos, y, sobre todo, el haber permanecido casi dos años oculto para impedir su entrega a EE.UU. -donde está reclamado por delitos de narcotráfico- no han hecho más que dilatar un procedimiento que se prolonga ya tres años y medio.

Pese a estos antecedentes, quien fuese jefe de contrainteligencia militar en los gobiernos de los presidentes venezolanos Hugo Chávez y Nicolás Maduro no dudaba en pedir esta misma semana a la Audiencia Nacional su libertad tras llevar ya casi un año en prisión provisional. Una pretensión que los magistrados rechazaron de forma tajante: su estancia en prisión no es que sea necesaria, es que es “imprescindible” para garantizar su entrega, ante el “más que evidente” riesgo de fuga, como acreditan los dos años que estuvo en paradero desconocido hasta que fue arrestado en septiembre en un piso en Madrid tras detectarlo la DEA estadounidense.

Aunque la formalización de la extradición a Estados Unidos esté ahora en suspenso, añadían, la decisión de entregarle es “definitiva” al haberse rechazado sus peticiones de asilo y protección internacional. Solo queda ya que el TEDH resuelva, y eso precisamente es lo que lleva también a los magistrados a considerar que el riesgo de fuga se ha “incrementado”.

CON VILLAREJO

Tras una huida rocambolesca en barco desde Venezuela hasta República Dominicana con un pasaporte falso, Carvajal fue detenido en Madrid el 12 de abril de 2019 y el juez de guardia de la Audiencia Nacional le envió a prisión dando inicio a los trámites de la extradición. Estados Unidos le reclama al considerar que habría integrado una organización dedicada al narcotráfico y relacionada con las FARC, tanto en Venezuela como en Colombia y también con destino a EEUU.

En la cárcel de Estremera coincidió con uno de sus internos más célebres, el excomisario José Villarejo, con el que trabó amistad y llegó a compartir abogado. Fue entonces cuando el exgeneral pidió declarar sobre temas de terrorismo en relación a ETA y las FARC, aunque después se echó atrás y cambió de letrado.

EXTRADICIÓN Y HUIDA

El 16 de septiembre de 2019 la sección tercera de lo Penal rechazaba su extradición en contra del criterio de la Fiscalía y a mediados de mes Carvajal salía de la cárcel para reunirse con su mujer y sus cinco hijos, que se instalaron en Madrid antes de que él huyera de Venezuela tras manifestar su apoyo al opositor Juan Guaidó y llamar a la rebelión contra Maduro.

La Fiscalía Antidroga recurrió ante el pleno de la Sala, integrado por una veintena de magistrados, que unos meses más tarde, en noviembre, revocó la decisión, dio luz verde a la entrega y ordenó su ingresó en prisión. Pero cuando la Policía fue a detenerle, el Pollo Carvajal ya no estaba y no fue posible dar con su paradero hasta casi dos años después. El 9 de septiembre de 2021 era localizado en un piso en Madrid. Ingresaba así por segunda vez en prisión provisional y volvía a retomar una batalla judicial que dejó en suspenso mientras estuvo huido.

Cuando parecía que su extradición era inminente, el 14 de septiembre se volvía a paralizar al estar pendiente la petición de asilo que formuló ante el Ministerio del Interior. Entretanto, Carvajal pidió declarar en el Juzgado Central de Instrucción 6 y ante su titular, el magistrado Manuel García Castellón, comenzó a hacer confesiones sobre una presunta financiación ilegal de Podemos a través de fondos del chavismo en la que dijo que estarían implicados Juan Carlos Monedero y Carolina Bescansa.

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