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El juez de menores de La Rioja ha ordenado el internamiento en régimen cerrado para dos de los cinco menores de 14 a 17 años presuntamente implicados en la agresión sexual grupal a dos niñas de 12 y 13 años ocurrida en Logroño.
También ha dictado, para los otros tres, una orden de alejamiento y prohibición de comunicarse con las víctimas, según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja en una nota de prensa.
Estos tres menores siguen expedientados, lo que implica que se practicarán más diligencias de investigación para averiguar su grado de implicación en los hechos denunciados, ocurridos a última hora de la tarde del pasado domingo, 9 de abril.
El juez de menores ha adoptado estas medidas tras celebrar las comparecencias con estos cinco adolescentes, todos varones, quienes, con anterioridad, declararon ante la Fiscalía de Menores, una vez que fueron identificados y detenidos por la Policía Nacional este martes. La Policía también ha identificado a otros dos menores de 13 años como presuntos implicados en esta agresión, que han quedado bajo la tutela de sus padres al no superar la edad de 14 años.
Los cinco adolescentes fueron detenidos como presuntos autores de una agresión sexual grupal a dos menores. Las dos menores narraron a la Policía Local de Logroño que fueron invitadas por unos 10 o 12 chicos, de entre 13 y 16 años, a un local de planta baja situado en la Avenida de Navarra. Accedieron hacia las 20:15 horas al inmueble, donde presuntamente fueron agredidas sexualmente.
Cerca de hora y media después, se encontraron en las inmediaciones con agentes de la Policía Local de Logroño, a los que relataron los hechos.
La investigación se encuentra bajo secreto sumarial y la Fiscalía de Menores de La Rioja es la encargada de la instrucción, dado que la asume cuando los presuntos implicados tienen entre 14 y 18 años, tras lo que enviará la información al Juzgado de Menores.
De acuerdo con los primeros datos de la investigación, las dos niñas fueron invitadas, a través de la red social Instagram, a acudir al inmueble, en las inmediaciones del Casco Antiguo y donde suelen reunirse jóvenes en sus ratos de ocio. Una vez en el lugar, según su relato, fueron conducidas a un trastero que hay en el portal de este inmueble, donde, al parecer, fueron separadas y agredidas sexualmente.
La presunta violación tuvo lugar en un edificio conocido por la Policía Local por ser un punto de venta de droga en el que ya había realizado alguna intervención, según medios riojanos. Aunque hay varios inquilinos, el inmueble está medio en ruinas, repleto de basura y zonas apuntaladas para evitar desprendimientos.
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