Destacados dirigente socialistas, "perplejos" con su líder, llegan a hablar de "indecencia"

La aceptación por parte del Gobierno de la figura de un relator en la mesa de partidos para el diálogo sobre Cataluña ha revuelto al llamado "viejo" PSOE, que lo considera una cesión ante los independentistas catalanes, preludio de una próxima negociación, a cambio de su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado en el Congreso. "Aprobar un presupuesto no justifica cesiones que pongan en cuestión la Constitución, la unidad de España, el estado de derecho ni la decencia. Estoy seguro de que @sanchezcastejon no cederá a chantajes de los independentistas, cáncer de la democracia con el que hay que acabar", comentó el presidente de Aragón, Javier Lambán, en de Twitter.

También el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, levantó la voz para decir que el "modelo" de diálogo que propone el Gobierno le deja "muy perplejo", porque "si de lo que se trata es de tener a alguien de testigo, porque no se fían unos de otros, para eso pueden hablar directamente en el Parlamento, que estamos todos los españoles de testigo y tengo tanto interés como nadie en saber lo que dicen". García-Page pidió a la dirección del PSOE que se reúna al Consejo de Política Federal o Comisión Territorial -órgano encargado de definir la estrategia del partido en materia territorial-, para debatir el asunto.

La exportavoz del PSOE en el Congreso y diputada por Valladolid, Soraya Rodríguez, respaldó la petición del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y también lo hizo el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, persona de confianza de Pedro Sánchez, que llamó a desvincular el diálogo sobre Cataluña de los presupuestos. En los pasillos del Congreso, Rodríguez pidió que la política territorial del PSOE vuelva a ser "consensuada" por todas las federaciones y que no sea el PSC el que marque el paso en el diálogo político sobre el conflicto de Cataluña.

El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra calificó de "desatino" la propuesta del relator, y opinó que equivale a equiparar a España con países como Yemen o Burkina Faso. n