El debate a tres no produce apenas efectos en la campaña

Los debates en televisión suelen dejar al día siguiente una fuerte resaca en políticos y electores, pero el debate “a tres” de este miércoles, cercenado por la ausencia de Alberto Núñez Feijóo, apenas dejó un eco en los mensajes electorales del penúltimo día de campaña.

Como mucho, nuevas críticas al candidato del PP por negarse a participar en un debate al que sí asistieron Pedro Sánchez, Santiago Abascal y Yolanda Díaz. Sánchez considera que Feijóo no acudió a la cita televisiva porque le da “vergüenza” aparecer junto a su socio Abascal y cree que el líder del PP perdió una oportunidad para aclarar su relación “inquietante” con el narco gallego Marcial Dorado.

En esta misma línea, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, se ha preguntado “de qué se esconde” Feijóo para no acudir al debate electoral de RTVE, y ha opinado que “alguien que se esconde no merece la confianza del pueblo español”.

“Miedo a dar la cara” es la opinión que tiene de Feijóo la vicepresidenta del Gobierno y candidata de Sumar, Yolanda Díaz, que propuso una ley para evitar que los cabezas de lista puedan negarse a participar en debates electorales. Según Díaz, una democracia sólida no puede permitirse que un candidato que pretende gobernar el país “no se atreva a debatir con los demás candidatos”. Por contra, el ausente en la cita televisiva se mostró convencido de que fue el vencedor del debate. Para Feijóo, el hecho de que fuera la persona más citada demuestra que el objetivo de los otros tres candidatos no era ganar las elecciones sino disputarse el título de jefe de la oposición.

Más recuperado de la lumbalgia que le obligó el miércoles a cancelar su agenda, el presidente del PP justificó su ausencia en que no le parecía “razonable” que Sánchez y Díaz “debatiesen entre sí”, sin estar sus socios de ERC y Bildu.

Sánchez se sincera

Si en el debate Pedro Sánchez y Yolanda Díaz exhibieron sintonía y remarcaron su deseo de gobernar juntos, este jueves el presidente del Gobierno admitió que a lo largo de la legislatura hubo exceso de “decibelios” y momentos difíciles en la relación con sus socios de Podemos.

Sugirió que incluso pensó en romper la coalición de Gobierno por las críticas que recibió el PSOE por el envío de armas a Ucrania, aunque también es cierto que la vicepresidenta segunda no participaba de esos reproches. Críticas que provenían con especial virulencia de otros ministros de Unidas Podemos como Ione Belarra, ahora también en las listas Sumar.

Más allá del balance de la coalición, el candidato del PSOE insistió en el riesgo que supondría para España un Gobierno del PP con Vox y alertó del peligro de que se recrudezca el conflicto en Cataluña como reconoció el propio Abascal. Lo que sí quiso zanjar Sánchez es la posibilidad de un referéndum en Cataluña: “No ha habido referéndum de autodeterminación ni lo habrá”.

Además, Sánchez asegura que afronta con mucho optimismo el final de la campaña hacia el 23J, ya que asegura que el PP “llega desfondado” y ellos “en la remontada”, y ha vuelto a pedir el voto a populares descontentos con Vox, situando al PSOE en la “centralidad”. Afirma que a tan solo tres días de las elecciones hay una “movilización de la España progresista” que va a llevar al PSOE “en volandas el 23 de julio a la victoria”.

Llamada al voto útil

En su vuelta a los actos de partido, Feijóo recuperó el mantra del voto útil con un doble llamamiento a dos días de las elecciones: persuadir a los indecisos y concentrar los votos en el PP para pasar página del “sanchismo”. Un llamamiento que ataca la línea de flotación de Vox, que acusó al PP de “intentar consagrar el bipartidismo”.

“No hay ninguna utilidad en votar a aquellos que quieren mantener las cosas tal y como están”, alertó Jorge Buxadé, que remarcó que el verdadero voto útil es “para quienes cambiar España”.