El cierre del Congreso por el covid-19 fue inconstitucional

El Congreso de los Diputados no cerró sus puertas durante el confinamiento y siguió operativo para asuntos urgentes, toda vez que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, anunció el 12 de marzo que se suspendía la convocatoria de sesiones parlamentarias durante dos semanas “siguiendo indicaciones sanitarias”.

“El Congreso no es que se cierre, seguirá operativo para cualquier asunto urgente”, señaló Batet tres días antes de que España iniciara un confinamiento que duró 49 días, hasta el 2 mayo, cuando empezó la desescalada.

En el día en el que la mayoría del Tribunal Constitucional (TC) ve inconstitucional la suspensión de la actividad parlamentaria durante las primeras semanas del primer estado de alarma aunque de momento se ha aplazado la votación del recurso presentado por Vox ante esta suspensión; la documentación que refleja el archivo de la Cámara Baja es la siguiente:

El 12 de marzo Batet anunció en una comparecencia, que duró poco más de dos minutos en el escritorio de palacio del Congreso, que la Junta de Portavoces -donde están representados todos los grupos parlamentarios- había aprobado a propuesta de la Presidencia y siguiendo las indicaciones sanitarias la suspensión de una parte de la actividad parlamentaria. En este sentido, durante menos de un mes se suspendieron los plazos para responder a las preguntas que hacen los diputados por escrito al Gobierno así como los plazos para registrar enmiendas a las iniciativas tramitadas ya en Pleno. Sin embargo, Batet incidió en que el trabajo del Congreso seguiría de forma telemática, tanto la dirección de los órganos técnicos y políticos, como el registro o las reuniones de portavoces. Precisamente, la semana del 16 de marzo se produjo por primera vez una Junta de Portavoces por videoconferencia.