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desafío soberanista
nnn El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, admitió ayer que la entidad sufrió una salida de depósitos "moderada" tras el 1 de octubre, una situación que logró frenar e incluso revertir tras el traslado de su sede social de Barcelona a Valencia, un traslado que considera definitivo.
Gortázar presentó ayer en Valencia los resultados correspondientes a los nueve primeros meses del año, en los que CaixaBank logró un beneficio récord de 1.488 millones de euros, un 53,4 % más que en el mismo período de 2016, gracias a la integración, el pasado febrero, del banco portugués BPI.
La rueda de prensa tuvo lugar en el nuevo domicilio social de CaixaBank, en la antigua sede de Banco de Valencia, y estuvo marcada por la crisis política en Cataluña.
El directivo quiso dejar claro que el traslado a Valencia no es temporal y que implica que a partir de ahora celebrará en la capital valenciana las reuniones ordinarias de su máximo órgano de gobierno, así como las juntas de accionistas y la presentación de resultados. "Las sedes sociales no tienen plazos de vigencia. Actualmente nuestra sede social está en Valencia y no se le ha querido conferir un carácter de temporalidad al tema", incidió el consejero delegado, que apuntó que la entidad mantendrá sus servicios centrales en Barcelona y no prevé "otro tipo de traslados de relevancia operativa".
protección a clientes
Aseguró además que el banco tomó esta medida "para proteger los intereses de clientes, empleados y accionistas", y que la decisión correspondió "única y exclusivamente" a la dirección del consejo, con el fin de frenar la marcha de depósitos. A partir del referéndum ilegal del 1 de octubre, el banco detectó entre su clientela "nervios e intranquilidad" que iban "al alza" y que por ello el consejo acordó "por unanimidad" llevar la sede social a la capital valenciana.
Gortázar no cuantificó el impacto de la salida de depósitos por esta incertidumbre política, pero dijo que esta situación "se ha revertido" y que CaixaBank sigue en estos momentos "en la senda del crecimiento". "Esta retirada, que fue moderada, fue estabilizada con el cambio de sede y después revertida, y ahora seguimos creciendo con comodidad y con los niveles de liquidez y crecimiento que siempre hemos tenido", declaró. Gortázar se refirió también al llamamiento al boicot a bancos que han hecholos soberanistas, y dijo que este tipo de acciones "no ayudan a la convivencia en Cataluña". Confirmó que muchos clientes están intranquilos por la situación política y acuden a las oficinas para abrir cuentas fuera de Cataluña, en un intento de proteger sus depósitos.
CaixaBank considera que la incertidumbre derivada de la situación política en Cataluña "no es buena para la economía", pero mantiene en torno al 3 % sus previsiones de crecimiento para España para este año.n
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