Batet da largas al PP y rechaza convocar esta semana la Mesa

La presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, convocará la Mesa del Congreso la próxima semana, antes de la sesión plenaria del 15 de febrero, para analizar las reclamaciones del PP sobre el voto telemático del diputado del PP Alberto Casero, que posibilitó la convalidación de la reforma laboral. La Mesa del Congreso se reunirá después de una semana sin actividad plenaria debido a la campaña de las elecciones a la Junta de Castilla y León del 13 de febrero, a pesar de que el PP pidió una convocatoria urgente al entender que hubo una “anomalía” en el voto de Casero.

Batet comunicó en una respuesta de cortesía al PP que éste y otros asuntos se tratarán en esa reunión después de que el PP haya remitido un total de ocho escritos a la presidenta del Congreso y al secretario general de la Cámara Baja. Los populares llegaron a acusar a Batet de prevaricar por no haber convocado la Mesa del Congreso cuando el PP comunicó que había un problema con el voto de Casero. Tras la votación, el PP pidió en varias ocasiones la convocatoria de la Mesa.

Casero comunicó también por escrito que su voto erróneo lo fue por un “fallo del sistema”. El GPP reclamó además las actas del pleno del jueves y la convocatoria de una Junta de Portavoces urgente, que se puede convocar a petición de la quinta parte de los miembros de la Cámara, una representación con la que cuenta el PP. Además, pidieron la paralización de los trámites para publicar la convalidación de la reforma laboral.

¿POR QUÉ SE ESCONDE?

Sin embargo, Batet no convocó una reunión extraordinaria de la Mesa del Congreso y tampoco de la Junta de Portavoces, lo que motivó que el PP haya presentado un nuevo escrito, el noveno, donde Ana Pastor y Adolfo Suárez Illana, miembros de la Mesa, piden de nuevo la convocatoria urgente de este órgano. “Insistimos en la gravedad de los hechos y reiteramos la petición de que, de manera urgente, se convoque la Mesa del Congreso para abordar este asunto”, recalcan ambos diputados del PP en su escrito.

Además, fuentes de la dirección del PP acusan a la presidenta del Congreso de “esconderse” y se preguntan por qué si trasladó a los medios que lo hizo todo bien.

En contra de las declaraciones populares, el diputado del PSOE Alfonso Gómez de Celis, vicepresidente del Congreso, afirmó ayer que el PP nunca pidió a Batet convocar a la Mesa para analizar el voto de Casero, pese a que según los populares se produjo una “anomalía”. Según informaron fuentes parlamentarias, los letrados de la Cámara emitirán un informe respecto a lo ocurrido el jueves en el Congreso, cuando el sí de Casero a la reforma laboral posibilitó la convalidación de la norma.

“La única intención que tenían los representantes del PP cuando se acercaron a la Mesa es que dejáramos pasar al diputado cuando llegara para que pudiese rectificar con su voto presencial el voto telemático. Les dijimos que no. ¿Por qué alguien en su casa en una hora puede rectificar y los que estamos en el Congreso no tenemos esa doble oportunidad?”, relató.

Podemos alerta a su socio de la “ruleta rusa” en las votaciones

Podemos avisó a su socio de gobierno que recurrir a la geometría variable “es jugar a la ruleta rusa” como fue evidente en la votación de la reforma laboral, según señaló el presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, al insistir en que la estabilidad parlamentaria pasa por el bloque de investidura. Asens afirmó que hay que tomar nota de lo sucedido y por eso a veces no entienden “las acrobacias centristas” del PSOE, porque “son muy arriesgadas”.

Recordó así que lo sucedido el pasado jueves demuestra que se produjo “una emboscada” con el descuelgue de los dos escaños de UPN en el último momento y que salió mal por un error humano de un diputado del PP, pero podría haber salido bien y el escenario sería bien diferente, señaló. De ahí que Asens haya insistido en que hay que trabajar con la mayoría de la investidura, aunque también reprochó a estos partidos que votaran en contra de la convalidación del decreto.

Por su parte, el Gobierno quiso quitar hierro al asunto y aseguró que no hay secuelas en la relación con sus socios de investidura tras las diferencias evidenciadas en la votación de la reforma laboral y van a seguir manteniendo el diálogo que hubo hasta ahora. Esa votación, según subrayaron fuentes de la Moncloa, no supone ningún punto de inflexión nada más que para destacar que se consiguió sacar adelante una iniciativa que tiene como objetivo mejorar la vida de los ciudadanos. “Es un Gobierno que, con toda la dificultad y sin una mayoría parlamentaria, logró grandes acuerdos”, afirmó Isabel Rodríguez.