Stellantis, clave en la formación de ingenieros durante 24 años

La UVigo celebró ayer la colaboración de la fábrica viguesa, que prestó sus instalaciones para 126 proyectos de 350 estudiantes

El rector Manuel Reigosa y los vicerrectores Mónica Valderrama y Alfonso Lago acudieron al acto.
El rector Manuel Reigosa y los vicerrectores Mónica Valderrama y Alfonso Lago acudieron al acto.

La fábrica de Stellantis en Balaídos no sólo es la planta de mayor producción de automóviles de Europa, sino que también es un socio clave para la Universidad de Vigo a la hora de contribuir a la formación de sus estudiantes. Así lo reconoció ayer la institución viguesa en un acto celebrado en el edificio Redeiras, en el que el rector Manuel Reigosa indicó que colaboraciones de este tipo “adelantan lo que para nosotros es la universidad del futuro” y puso hincapié en el Grado en Automoción que se pondrá en marcha, si todo va bien, el curso que viene, que será de carácter dual con un año dedicado íntegramente a la formación dentro de la empresa.

Durante 24 años –ininterrumpidamente desde el curso 1998/99– un total de 350 estudiantes de la UVigo, fundamentalmente de Teleco y desde 2014 en el máster de Ingeniería Industrial, formaron parte de este programa de colaboración que se incluye en una de las asignaturas de la carrera. En ella se presenta un proyecto de resolución de problemas de casos reales en la empresa, que se hace en grupos de 2 o 3 personas y a lo largo de 50 horas. Así lo explicó el docente Jorge Marcos Acevedo, del departamento de Tecnología Electrónica, uno de los principales impulsores de la colaboración de Stellantis con la institución académica y que constató el éxito de este programa con una encuesta realizada a exalumnos, en la que lo más valorado (con un 4,73 sobre 5 de media) fue que les permitió tener un primer contacto con la empresa.

Así lo refrendó Manuel Suárez, responsable de Mantenimiento de Stellantis Vigo, que señaló que “la colaboración empresa-universidad es un instrumento de competitividad fundamental”. Celebró también las cifras “mayúsuculas” presentadas anteriormente, un éxito posible “gracias al encaje de las materias, pues no se distorsionó ni la parte académica ni la práctica” a la hora de plantear este programa de colaboración entre Stellantis y la UVigo, que de acuerdo con Suárez generó un “intercambio positivo” entre ambas instituciones.

“Sería recomendable que las prácticas fueran obligatorias”

Cristina Vila, graduada en Ingeniería en Telecomunicación por la Universidad de Vigo, acudió ayer al acto en el que la institución reconoció la colaboración de Stellantis en la formación de 350 alumnos. Precisamente ella fue una de las beneficiarias de este programa. Cuenta que su experiencia fue “completamente inmersiva, como si te pusieras unas gafas de realidad virtual y de repente estuvieras trabajando allí”.

Su trabajo, que llevó a cabo con un compañero, consistió en identificar los problemas que impedían el funcionamiento de un brazo robótico y buscar las soluciones pertinentes.

A día de hoy, Cristina es ‘senior advisor’, formadora y mentora. Destaca que, a causa de su trabajo, ha hecho incontables entrevistas de trabajo y “se nota mucho cuando un alumno ha tenido un mínimo de experiencia empresarial”. Sobre todo, “se ve que aprendieron a relacionarse con los diferentes estamentos de la empresa, saben la importancia de la comunicación y del trabajo en equipo”. Esta exalumna apunta que “sería recomendable” que las prácticas en empresas fuesen obligatorias para mejorar en este aspecto.

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