"La burocracia española es nuestra mayor debilidad para captar alumnos extranjeros"

Maribel del Pozo, vicerrectora de la UVigo

Maribel del Pozo visitó el set de Atlántico TV.
Maribel del Pozo visitó el set de Atlántico TV.

Maribel del Pozo Triviño es una de las caras nuevas del segundo mandato de Manuel Reigosa. Como vicerrectora de Internacionalización, su departamento es uno de los que ayudará a definir el futuro de la UVigo, pues ante la crisis demográfica que afectará a finales de década a la universidad, la captación de alumnado extranjero es clave. Del Pozo visitó recientemente Atlántico TV para hablar de ello.

La internacionalización es una de las cuestiones pendientes de la Universidad de Vigo. ¿Qué soluciones más inmediatas plantearán durante estos cuatro años?

Lo que queremos, por un lado, es aumentar las movilidades tanto de estudiantado como de PAS y PDI de manera que la universidad se convierta en ese foro donde la gente pueda tener una visión multicultural y multilingüística. También tenemos como objetivo captar alumnado extranjero para que compartan nuestra oferta educativa. Además, formamos parte de un consorcio llamado Athena, que es una universidad europea y esto también nos va a dar una dimensión internacional fundamental.

¿Y qué planes a largo plazo manejan para mejorar las cifras de internacionalización?

Queremos abrir convenios con más universidades, primero con las más punteras para que nuestro alumnado, PDI y PAS pueda visitarlas y aprender buenas prácticas y personal de esas instituciones venga aquí. Sobre todo, el personal docente y de servicios, porque puede su movilidad tiene un impacto sistémico en la universidad, porque de alguna manera pueden cambiar nuestros modos de proceder. Desarrollaremos planes para que esto aumente.

¿Cuáles diría que son los puntos fuertes de la UVigo a la hora de captar alumnado extranjero?

Creo que son bastantes, lo que pasa es que tenemos que aprender a sabernos vender. Lo fundamental es la oferta académica. Tenemos muchas titulaciones y de mucha calidad. La unión que tenemos con el tejido empresarial es algo que puede atraer a muchísimo estudiantado, no solamente para estudiar, sino para hacer sus prácticas, algo que también vamos a potenciar este mandato. Otro atractivo muy grande es el entorno, los tres campus están en ciudades muy bonitas, muy agradables para vivir. La cercanía a Portugal creo que es algo que debemos vender bien, además tenemos muchísimos convenios con universidades lusas.

¿Y cuáles son las mayores debilidades de la UVigo en este sentido?

La debilidad más importante no pertenece tanto a la universidad, sino al sistema burocrático que tenemos en este país. La burocracia en España hace que a veces sea muy difícil para una persona extranjera venir a estudiar. Hay muchísimas trabas como visados u homologación de estudios y eso es algo que hay que trabajar con todas las administraciones, y ya estamos en ello.

Recientemente, la UVigo se unió a Athena, un proyecto de universidad europea en el que están integradas otras nueve instituciones. ¿En qué consiste? En 2019 la Comisión Europea decidió dar un paso más en el proceso de Bolonia: la formación de universidades sin adscripción geográfica concreta que puedan aunar sus esfuerzos tanto en docencia como en investigación o comunicación para ofrecer eso al alumnado. Se presentaron algunas propuestas que fueron financiadas y una de ellas fue Athena. Este consorcio quiere volver a solicitar financiación y ha solicitado a la UVigo que se una. Si se consigue, serían más de 15 millones de euros para el consorcio. La idea es crear estas universidades europeas donde los estudiantes puedan tener una movilidad con mucha facilidad, no sólo para estudios, sino para cursos de verano, reconocimiento de actividades o prácticas profesionales. La UVigo formaría parte de un consorcio de 9 universidades con toda su infraestructura, eso le daría una fortaleza enorme.

La pandemia causó un grave retroceso en el programa de movilidad Erasmus. ¿Se están retomando las cifras de movilidad anteriores a 2019?

Todavía están un poco por debajo porque acabamos de salir de la situación de la pandemia y ahora se le ha unido una crisis económica importante, el alumnado no se ha animado a salir como antes. La guerra en Ucrania también afecta, todavía no me he puesto a estudiar los países, pero en algunos se ve más que en otros: los estudiantes de nuestra universidad tienen muchas más reticencias a viajar a sitios como Polonia o Hungría.

¿Se nota más en el alumnado saliente o en el entrante?

Es parecido, la tendencia es similar. Lo que ocurrió con nuestro alumnado es que muchos se han decantado por el programa Sicue, el de movilidad dentro de España.

¿Hay algún plan en marcha para incentivar la movilidad interuniversitaria a través de estos programas?

Establecer convenios con universidades punteras y asistir a muchas ferias y eventos internacionales donde conocer a más socios. Además, las diputaciones provinciales nos están ayudando a completar algunas becas.

¿Qué objetivos se marca como prioritarios para estos cuatro años al frente del vicerrectorado?

Mi mayor ilusión sería que cuando terminen estos cuatro años hayamos aumentado las cifras de movilidad y del alumnado extranjero que elige la Universidad de Vigo como su lugar de estudio.

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