"En Vigo y en Galicia estamos en un buen momento inversor en la construcción"

Javier Carballeda, gerente de los Constructores

Javier Carballeda en el set de Atlántico TV.
Javier Carballeda en el set de Atlántico TV.

Las previsiones del sector de la construcción de Vigo y la provincia son buenos de cara a 2022 por el boom que vive la obra pública, el efecto del PGOM vigués, el auge de las reformas de viviendas y las ayudas de los fondos europeos. En la otra cara de la moneda, una acusada falta de trabajadores y una escasez y encarecimiento de materias primas. De todo ello habla para Atlántico el gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP), Javier Carballeda.

¿De qué impacto hablamos?

Estamos asistiendo a un encarecimiento brutal del precio de las materias primas y a unos problemas de desabastecimiento muy importantes. Los precios aumentaron tanto en el último año y medio como en los últimos 13 años. Desde abril de 2020 el acero se incrementó un 105 por ciento, el petróleo un 187 por ciento, la energía un 40 y el cobre y el aluminio en torno a un 80 por ciento.

¿Qué materias primas escasean?

De todo, desgraciadamente por la deslocalización tan abrupta que hubo en los últimos años en Europa con el traslado de la producción hacia países del Este, China, sudeste asiático o América. En general se ralentizaron los plazos de entrega de todo, de grifería, de accesorios, panel sandwich, plásticos.

¿Se están paralizando obras?

Un 75% de las empresas sufren problemas de desabastecimiento y los materiales están tardando de media entre dos y tres meses en llegar. En algunos casos se paralizan obras o se están posponiendo inversiones porque no dan los números con los nuevos precios de los materiales, a lo que se une un problema endémico del sector como es la tan manida falta de mano de obra.

¿En qué profesiones escasean trabajadores?

Especialmente profesionales cualificados. Encargados y jefes de obras son puestos en los que hay una escasez muy acusada. También hacen falta encofradores, palistas, gruistas, albañiles, pintores, fontaneros, electricistas. De todo.

¿Por qué no encuentran trabajadores? ¿Qué falla?

Es una opinión personal, pero creo que la crisis de 2008 hizo mucho daño al sector porque parecía que era un dinero que se ganaba muy fácilmente. Además hubo un boom inmobiliario desmedido que no se asentaba en pilares sólidos, una crisis financiera y mucho intrusismo en la profesión. Se juntaron muchas cosas, en 2008 se pasó del todo a la nada. En España llegó a haber dos millones y medios de personas ocupadas en el sector de la construcción y hoy hay menos de 1,3 millones.

¿Qué están haciendo al respecto? Porque sin trabajadores…

Estamos impulsado campañas en colaboración con la Fundación Laboral de la Construcción para intentar atraer a gente joven a la profesión, en los institutos y escuelas de FP. Se trata de poner en valor este sector, que es estable y tiene un futuro bastante halagüeño y los fondos europeos creemos que van a ser una buena oportunidad en materia de eficiencia energética, movilidad sostenible y la conectividad.

¿Se nota el efecto PGOM en la construcción de viviendas en Vigo?

Desde que se aprobó el instrumento de ordenación provisional ya se vieron los efectos, fue una buena herramienta y se ve que hay bastante actividad promotora tanto en el centro como viviendas unifamilares en el extrarradio.

¿Cuántas promociones están en marcha en la ciudad?

Entre colectivas y unifamiliares se están construyendo o próximas a iniciarse su construcción en torno a 1.100 viviendas

¿Sigue el boom de las reformas que se inició con la pandemia?

Sí, pero el problema ahora es que la gente pide presupuesto y en algunos casos hasta mediados o finales del próximo año no se puede acometer la obra por falta de materiales y de mano de obra.

¿Os da alguna solución el Gobierno?

Lo que pedimos en materia de obra pública es un cambio con la ley de contratos porque el sistema de revisión de precios es muy tasado y con el aumento de los precios y si la obra se tiene que ejecutar con los precios del año pasado, la empresa que la realiza tiene que asumir los costes de las desviaciones de los materiales. No es un capricho, pero es que la actual normativa es muy inflexible y pone trabas.

¿Qué tira del sector, la obra pública o la privada?

Los dos. En Galicia estamos en un buen momento inversor y Vigo es la que más obra pública licita de toda Galicia por importe 32 millones de enero a octubre de este año.

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