Decepción en la flota gallega por el recorte de merluza por la UE, que le aumenta rape y jurel

MAR

ARVI lamenta la falta de apoyo por el covid y la Xunta considera las mejoras “escasas y muy limitadas”

Reunión posterior al Consejo Agrifish del Gobierno y Cepesca con Javier Garat y el ministro Luis Planas.
Reunión posterior al Consejo Agrifish del Gobierno y Cepesca con Javier Garat y el ministro Luis Planas.

Las cuotas de pesca en aguas comunitarias para 2022 dejan un sabor agridulce para el sector en Vigo y en el conjunto de Galicia. La flota de cerco sale beneficiada por el importante incremento de las capturas del jurel, de un 12%, y la flota de arrastre viguesa por la mejora del rape, de un 5,3%, mientras que la merluza del sur se recortará un 8% tal y como pactaron los ministros de Pesca de la UE con el voto a favor de España.

La Xunta considera las mejoras “escasas y muy limitadas” y la Confederación Española de Pesca (Cepesca) acusa al Ejecutivo comunitario de “llevar al sector a una crisis de rentabilidad”.

La Cooperativa de Armadores deVigo (ARVI) ve “luces y sombras". "Estamos relativamente contentos porque no se plasman las drásticas reducciones iniciales que planteaba Bruselas, pero hay recortes y todo lo que sea perder cuotas no es bueno en un momento muy complejo para el sector por el impacto de la pandemia y años de pérdida de posibilidades de pesca", indica Javier Touza, presidente de ARVI.

La merluza sur que se pesca en aguas nacionales era el gran caballo de batalla de la negociación ya que están implicados un millar de barcos de toda España. La CE pactó una reducción de un 8% de las capturas para el próximo año frente al 18% que proponía inicialmente y ya van tres consecutivos a la baja. “Se suavizó mucho, pero no satisface nuestras pretensiones porque buscábamos quedar igual que este año”, argumenta Touza, que muestra su decepción por que “se aplique de manera generalizada el criterio de precaución” a la hora de fijar las cuotas “en un momento en el que pedíamos una mayor sensibilidad por el covid".

El rape (peixe sapo) incrementa las cuotas un 5,3% y es un recurso de gran importancia para la flota viguesa de arrastre ya que aporta más del 23% de sus descargas y el 36% de su facturación. “Estamos contentos, pero que conste que no creemos que sea un regalo sino que hay datos científicos que lo avalan", indican los armadores en referencia también a otra especie como el jurel que aumenta las posibilidades de peca un 11% frente a la rebaja planteada inicialmente de un 16%. En el caso del gallo (rapante) las cuotas aumentarán un 13,3% y en el resto de especies hay un descenso generalizado, si bien más suave que lo que Bruselas pretendía: un recorte de un 6,7% para la caballa, de un 5% para el lenguado, de un 19% para la bacaladilla y de un 5% para la cigala que se pesca en aguas del Cantábrico con especial relevancia para la flota gallega. En cuanto al abadejo, se mantienen las capturas.

España votó en el Consejo de Ministros de Pesca de la UE a favor de las cuotas del Atlántico y en contra de las del Mediterráneo para la que la CE propuso continuar con la reducción de los días de pesca en un 6%. La Xunta considera “escasas y muy limitadas” las mejoras alcanzadas pues “en la mayoría de los casos únicamente se lograron suavizar algunas propuestas de recortes o la estabilidad de cuotas”. La conselleira do Mar, Rosa Quintana, lamentó que “no se alcanzaran mejoras de mayor calado y que la Comisión no fuese sensible a la situación actual de alerta sanitaria en la que el sector pesquero fue declarado esencial y trabajó para abastecer alimentos de calidad a la ciudadanía pese a que en algunas ocasiones no era rentable". La Consellería también recriminó al Ejecutivo comunitario que priorice "aspectos medioambientales por encima de los económicos y sociales” como en el caso de la cigala.

“La incertidumbre con Gran Sol es lo peor para las empresas”

La flota viguesa de Gran Sol espera “como agua de mayo el impacto de las cuotas y TACS para 2022”. “Estamos ya fuera de plazo y tememos que se irán fijando unilateralmente de cara al primer trimestre. Es una gran incertidumbre”, indica Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), que reclama que se fijen las posibilidades de pesca en aguas compartidas “con la mayor celeridad posible porque lo peor que hay para las empresas es la incertidumbre y la inseguridad que se genera. Así es muy difícil hacer previsiones de trabajo”.

“Ya tenemos una hoja de ruta en aguas comunitarias para 2022 y ahora esperamos la del caladero de Gran Sol que tiene una enorme trascendencia para nuestros barcos y creemos que va a ser una lucha bastante dura”, indica Touza sobre la nueva relación con estas aguas dependientes del Reino Unido tras el Brexit. ARVI es un colectivo con importantes intereses en el acuerdo por los 43 barcos que tiene en Malvinas, caladero que representa el 25% de las importaciones del puerto pesquero del Berbés.

Más de 40 horas estuvieron reunidos entre el domingo y la madrugada del lunes los ministros de Pesca de la Unión Europea, la negociación más larga de los últimos años, asegura la Xunta que siguió la reunión con el sector desde Bruselas pese a no formar parte de la delegación negociadora española -compuesta por el Ministerio de Pesca y el Gobierno de Andalucía en representación de las comunidades autónomas-. España acudió a la negociación con una sólida propuesta científica sobre el estado de los recuross pesqueros que avalaba su petición de mejorar las cuotas del IEO y del CSIC.

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