La sobrepesca en aguas internacionales también afecta al calamar de Malvinas

Mar

El científico del IIM Graham Pierce apunta a la actividad sin control como un factor en la escasez para la flota de Vigo

Uno de los barcos vigueses que faena en el caladero de Malvinas, de aguas británicas.
Uno de los barcos vigueses que faena en el caladero de Malvinas, de aguas británicas.

La sobrepesca en aguas internacionales del Atlántico Sur podría ser uno de los factores que explican la menor disponibilidad de calamar loligo en Malvinas. Así lo sostiene Graham Pierce, investigador británico afincado en Vigo, experto en cefalópodos y coautor de artículos científicos centrados en esta especie. Actualmente, trabaja en el Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) del CSIC. El investigador advierte de que esta especie realiza migraciones y que en determinados años puede salir de las aguas reguladas de las islas.

Todo ello en un momento delicado para la pesquería en Malvinas, donde operan en exclusiva 16 arrastreros de sociedades mixtas con participación viguesa, encara por tercer año consecutivo la amenaza de cierre de la segunda campaña. Las causas de la menor disponibilidad de calamar están en discusión.

Con todo, Pierce destaca la diferencia entre la gestión dentro y fuera de las aguas de Malvinas. “Se puede tener pesca controlada en Malvinas y en aguas de Argentina, pero en aguas internacionales no hay control”, señala. “En muchas zonas del mundo hay acuerdos entre países para regular la pesca en alta mar. En el Atlántico suroccidental no los hay, y allí opera una flota internacional sin control”. A su juicio, esta situación “puede influir en la abundancia de calamares en Malvinas, porque para llegar allí tienen que pasar por aguas internacionales”.

En estas aguas internacionales, conocidas como milla 201 opera una gran flota pesquera internacional, principalmente asiática, con millares de embarcaciones en aguas adyacentes a la zona económica exclusiva de Argentina, que capturan principalmente calamar illex, conocido como pota. Pierce diferencia precisamente entre especies de calamar presentes en la región. Recuerda que el loligo tiende a permanecer más en aguas de Malvinas, con migraciones más limitadas, mientras que el illex, de mayor importancia global, realiza desplazamientos mucho más amplios. “El illex es la especie de calamar con más capturas en el mundo y tiene una migración larga. El loligo, en cambio, suele quedar más en aguas nacionales, pero sí hay capturas importantes en aguas internacionales algunos años”.

“A nivel ambiental, lo importante son las condiciones en la costa”

El investigador recuerda que el calamar loligo es clave para la ecología local y para las pesquerías. “Es muy importante en el ecosistema de Malvinas, por su abundancia, como depredador y como presa de otros animales”, apunta. Sin embargo, matiza que no siempre es sencillo determinar qué factores explican su escasez: “Probablemente, lo más importante a nivel ambiental son las condiciones en la zona de costa, donde los animales depositan sus huevos, y eso influye en el número de ejemplares que llegan a la pesca”.

Pierce subraya también que la biología de los cefalópodos introduce una alta variabilidad natural. “Son muy sensibles a cambios en el medio ambiente y también es a la sobrepesca”, explica. Su ciclo de vida corto y su capacidad genética para generar variación hacen que no todos los individuos se reproduzcan al mismo tiempo, lo que provoca fluctuaciones. “En los últimos 15 o 20 años hubo al menos dos o tres con muy pocas capturas, puede deberse a sobrepesca, al medio ambiente o a ambos factores”.

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