La quiebra de Madera Fiber lleva a la subasta de su planta en Porriño
El juzgado abrió la fase de liquidación de la compañía, que arrastra deudas por valor de 8 millones de euros
Punto y final para Madera Fiber Technologies en Porriño (antigua Faurecia Interior Systems España). Era un hecho anunciado, pero faltaba que la Justicia lo formalizara. El pasado mes de diciembre, el juzgado declaró la apertura de la fase de liquidación de la compañía que arroja un pasivo de 4,7 millones de euros de créditos concursales y de 3,2 millones de créditos contra la masa, tal y como contemplan el informe definitivo presentado por la administración concursal, el despacho de abogados Lener. En cuanto al activo, son 10,2 millones de euros, de los cuales la mayor parte se corresponden con la valoración de la nave ubicada en el polígono de As Gándaras así como de la maquinaria, que se subastarán.
El Juzgado Mercantil 2 de Pontevedra ya había aprobado con anterioridad el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supone la extinción de los contratos de 70 trabajadores. La plantilla ascendía a 102 personas, si bien el ERE excluye a las 32 personas que obtuvieron una sentencia a su favor declarando la cesión ilegal de trabajadores y que optaron por su reincorporación a Forvia (antigua Faurecia).
La titular del citado juzgado declaró dar por finalizada la fase común del concurso de acreedores de Madera Fiber y abrir la fase de liquidación, según recoge el auto con fecha 17 de diciembre de 2024. Con respecto a los despidos, el auto judicial correspondiente constata “causa económica objetiva que justifica la extinción de las relaciones laborales”, por cuanto la sociedad carecía en dicho momento de carga de trabajo que justificara la permanencia de la totalidad de la plantilla. La extinción colectiva se determinó “por la necesidad de no generar un mayor perjuicio a la masa del concurso y garantizar los derechos salariales de los trabajadores”, tal y como defendía el administrador concursal.
La administración también había solicitado que el concurso fuera declarado como culpable al considerar que todo el entramado societario implicado llevó a la compañía a la insolvencia.
Fin al culebrón Faurecia
La antigua Faurecia Porriño era propiedad del grupo francés Faurecia (hoy Forvia) hasta que en 2022 vendió la empresa al fondo alemán Callista, que se desprendió de los terrenos y cedió los activos tiempo después a una firma rumana gestionada por Rudiger Wisser. Este se declaró insolvente y solicitó en 2023 el concurso de Madera Fiber que desembocó en la reciente liquidación poniendo punto y final en Porriño a la actividad de la empresa especializada en la fabricación de elementos destinados a recubrir los interiores de automóviles.
La administración concursal consideró que se llevó a cabo una adquisición de la unidad productiva “fraudulenta, con pérdidas recurrentes", “con importantes salidas de tesorería sin justificar”, así como la existencia de “irregularidades contables relevantes”, tal y como recoge el informe de calificación que adelantó en su día este diario.
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