La protesta del cerco acaba en batalla campal ante el Parlamento

Más de 1.500 marineros del cerco salieron ayer a la calle en Santiago, igual que antes habían hecho en A Coruña y Vigo, en señal de protesta por el reparto de cuotas de jurel y caballa. La protesta, que empezó en el Obradoiro, siguió en San Caetano y luego ante el Parlamento, terminó en una batalla campal con ocho policías heridos y tres marineros detenidos, así como otros con heridas por la carga de los antidisturbios.

La Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) calificó de "cruel y sádica" la carga policial contra los manifestantes. Uno de los portavoces de Acerga, Bruno Currás, dijo que "la carga fue algo tan desproporcionado, cruel y sádico como innecesario" y llamó la atención sobre que "no sólo" afectó a los marineros sino también "a las mujeres y a los niños que se encontraban presentes".

"Llevamos meses reclamando un reparto justo, y por parte de la administración no hemos recibido ninguna respuesta ni solución", explicó, y justificó la protesta en que han de "luchar" por su "pan" y el de sus hijos.

Por la tarde los tres manifestantes detenidos quedaron en libertad con cargos.

La Delegación del Gobierno señaló que la segunda parte de la movilización, hasta el Parlamento, "era ilegal" por no haber sido comunicada previamente.

Mientras, dentro del Parlamento la presidenta, Pilar Rojo, suspendió la sesión plenaria tras decaer las cinco iniciativas que estaba previsto debatir por la tarde debido a la ausencia o el silencio de diputados de AGE y PSdeG en protesta por la carga policial contra los manifestantes del cerco a las puertas del Pazo do Hórreo.

"El PSOE no va a hacer uso de la palabra mientras se ataca con bolas de goma a los que defienden sus derechos", argumentó el diputado socialista Abel Losada. Así que se reunió una junta de portavoces, que no consiguió llegar a ningún acuerdo porque el PP se negó a una iniciativa sobre el reparto de cuotas ante la presión en el exterior.

Por otro lado, representantes de la flota de cerco de las confradías de Sada, A Coruña, Cambados y Portosín se encerraron en una sala del Parlamento, mientras en el exterior aumentaba la tensión entre los pescadores y los agentes policiales.

Profesionales de toda la costa asturiana se unieron ayer a la protesta de los marineros gallegos.

Los cinco marineros del cerco encerrados en el Parlamento de Galicia en representación del colectivo dejaron ayer ya por la noche en la sede del legislativo tras recibir el compromiso de que hoy podrán regresar y seguir negociando una salida. n