Proponen que las ayudas al auto sean para celdas de baterías
Una investigación del grupo VALOR de la Universidad de Vigo advierte que España está perdiendo peso en el sector con el vehículo eléctrico
“Repensar las políticas relacionadas con la inversión y la localización” de actividades de la cadena de valor de la batería del vehículo eléctrico y enfocarlas en “empresas domésticas”, apoyando a proyectos de innovación que prioricen las de mayor valor añadido, como las celdas y sus componentes, es la propuesta de una investigación realizada por el grupo VALOR (Value Linking Organisations) de la Universidad de Vigo, con apoyo del Ministerio de Ciencia y publicada en la Revista de Economía Mundial.
El grupo, liderado por el profesor Jesús F. Lampón, y la participación de Hugo Pérez Moure y Miguel A. Crespo Velando, concluye que “diferentes aspectos están limitando que España tenga un lugar relevante en la transición hacia el vehículo eléctrico”, con gran dependencia de componentes clave provenientes de fuera y una dependencia tecnológica. Como consecuencia “el poder de decisión es limitado, ya que la mayor parte de las actividades clave de esta cadena de valor están en manos de multinacionales extranjeras”, concluye.
Analiza el estudio cómo un país clave para el sector, como es España y Vigo con la primera fábrica, que a pesar de contar con localizaciones de la cadena de valor del vehículo eléctrico, estas no son actividades de alto valor añadido, como las de producción de componentes para las celdas o las actividades de reciclaje de las baterías.
Así que proponen revisar las políticas públicas de atracción de inversiones “Este reenfoque tendría importantes impactos para la industria del automóvil en España, no sólo supondría generar empleo, sino empleo de alta cualificación” e implicaría “reducir la dependencia del abastecimiento de componentes clave del exterior y podría dar a España un papel relevante” en el vehículo eléctrico, señala el documento.
En este sentido, añade que sería recomendable que las ayudas fueran selectivas, específicas de cada actividad, lo que permitiría un mayor impacto. Actualmente, los objetivos de estas políticas no se enfocan hacia la competitividad en valor añadido, innovación e inversión doméstica y apunta que “los criterios de adjudicación de estas ayudas deberían reformularse hacia esos aspectos”.
Finalmente, propone la promoción de agrupaciones público-privadas de investigación, aceleradoras de innovación o plataformas de inversión, que “permitirían una mayor especialización en administrar los fondos disponibles para mejorar la eficacia de estas políticas en toda la cadena de valor”.
Falta inversión en minerales o reciclaje de batería
Recuerda el estudio que en España las políticas de inversión en el vehículo eléctrico han tenido como principal instrumento el PERTE VEC, unido a planes de las comunidades autónomas, como el caso de Galicia. Sin embargo, precisa que los proyectos de inversión no han captado todas las actividades de la cadena de valor de la batería del vehículo eléctrico, en concreto, no hay inversiones relacionadas con la extracción de minerales clave, ni con la fabricación de componentes para las celdas o reciclaje de la batería. El informe explica que los principales actores de esta cadena de valor son multinacionales de capital extranjero, con gran relevancia del capital asiático, y las inversiones de empresas españolas solo representan el 6%. Subraya que “la posición de España en esta cadena de valor de la batería del vehículo eléctrico contrasta con la posición relevante que ocupa en la cadena de valor tradicional de la industria del automóvil”, con lo que “ha dejado de ser un país clave en la toma de decisiones del vehículo eléctrico”.
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