Greenpeace impide la pesca legal de un palangrero vigués

El palangrero vigués “Playa Zahara” sufrió el pasado 1 de junio un sabotaje por parte de la organización ecologista Greenpeace cuando faenaba en aguas del Pacífico Sur, cerca de Nueva Zelanda. Activistas de la ONG cortaron el aparejo del buque y liberaron las capturas, principalmente, tiburones del tipo marrajo y tintorera. El palangre de superficie es un arte de pesca de carácter pasivo, en el que un buque desenrolla una bobina de tanza (línea madre) de la que penden sendas tanzas a un lado y otro con anzuelos (brazoladas). De esta forma, el buque aguarda a que los peces piquen, y vuelve sobre sus pasos para subir a bordo las capturas.

"La pesca industrial asola nuestros océanos. Estos barcos aseguran que su pesca objetivo es el pez espada o el atún, pero nuestros activistas fueron testigos de cómo estas flotas industriales capturaban tiburón tras tiburón, incluidos tiburones en peligro de extinción, en sólo media hora", ha explica la responsable de océanos en Greenpeace España, Marta Martín-Borregón.

Desde la Organización de Productores Nacional de Palangreros de Altura (OPNAPA), a la que pertenece la armadora, señalan que el buque faenaba legalmente. “Las especies mencionadas se encuentran dentro de las cuotas y límites permitidos por las autoridades competentes, y los procedimientos de captura, manipulación y descarga son controlados y documentados por todos los sistemas establecidos por las autoridades comunitarias y españolas”, detalla la organización.

Además, estas mismas fuentes aseguran que el barco de Greenpeace, “Rainbow Warrior”, apagó su sistema satelital (AIS) por la noche para no ser detectados, “lo que puso en serio peligro a la tripulación”, señala Edelmiro Ulloa, gerente de dicha organización, ya que pudo haber riesgo de colisión.

Emilio Martínez, gerente de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadores y Transformadores de Especies Altamente Migratorias, señala que esta no es la primera acción en contra de la flota española, y pide una reflexión sobre por qué no se dirigen las mismas hacia otras flotas menos cumplidoras. Además, señala que la flota de palangre de superficie está inmersa en un Proyecto de Mejora Pesquera (FIP, por sus siglas en inglés), en el que desde hace cinco años desarrollan cambios para que los buques alcancen la sostenibilidad conforme a criterios independientes e internacionales.